Sencillamente brutal. Así es el Formentor VZ5, el modelo de referencia de Cupra. Un coche que exprime al máximo el afamado motor de cinco cilindros y 390 CV, gracias a aquello que mejor sabe hacer la marca española, poner a punto el chasis con la precisión de un relojero.

Este VZ se sitúa muy por encima del PHEV de 245 y también del cuatro cilindros de 310 CV, y se distingue de ambos a simple vista por algunos detalles estéticos: el aerodinámico labio inferior del paragolpes delantero en fibra de carbono, carcasas negras en los espejos retrovisores, pasos de rueda también en negro, las llantas de específicas de 20 pulgadas, los frenos Akebono de 376 mm mordidos por pinzas de 6 pistones, un difusor trasero también hecho de carbono auténtico y, lo que más nos gusta, los cuatro tubo de escape trapezoidales en el color cobre de la marca.

En el interior es prácticamente idéntico al 310 CV y apenas varía el equipamiento. Hay que tener en cuenta que se trata del modelo tope de gama, por lo que lleva de serie casi todo lo que puede montar la gama Formentor. Tan sólo se puede enriquecer montando los asientos CUP Bucket todavía más deportivos y que recogen mejor el cuerpo y un equipo de audio firmado por Beast.

En la presentación nos avanzaron el lanzamiento de una edición especial y limitada de 999 unidades del Formentor VZ5. Básicamente se diferenciará porque estará pintada en el exclusivo color Gris Taiga y en el interior contará con cuero nappa marrón. Al contrario que las 7.000 unidades que se lanzarán en todo el mundo del VZ5, esta edición sí contará con numeración. A España llegarán muy pocas unidades por lo que los interesados tendrán que reservarla cuanto antes.

¡Qué motor!

El corazón del Formentor VZ5 es un motor turboalimentado de 5 cilindros y 2.5 litros que entrega 390 CV y 480 Nm de par máximo que se transmiten a las cuatro ruedas a través de un cambio de marchas automático de doble embrague 7 relaciones. ¿Y qué significan estas cifras? Pues un empuje demencial en cualquier régimen de vueltas. Según su ficha técnica acelera de 0 a 100 km/h en 4,2 segundos y tiene una velocidad máxima limitada electrónicamente de 250 km/h.

Algo que nos ha encantado de la mecánica es que el cambio de marchas es deportivo de los de verdad. Si vas en modo secuencial utilizando las levas, no va a subir de marchas si llegas al corte, y también permite reducciones casi al límite del corte. De este modo no tienes sorpresas y eres tú quien tiene el control total del coche. Además, hay un modo en el cuadro de instrumentos que cambia de color según subes de vueltas hasta llegar al rojo, como sucede en los coches de competición. Y la verdad es que cuando vas rápido es súper útil porque lo ves de reojo y no tienes que quitar la vista de la carretera.

Se agarra al asfalto con pegamento

Con todo lo dicho hasta ahora podríais pensar que lo mejor de este coche es el motor. Pero no, lo que más nos ha gustado es el chasis del coche. Y es que Cupra es un auténtico experto en afinar los chasis hasta lograr un rendimiento del coche cercano a la competición.

Es increíble como un coche con una carrocería SUV, puede agarrarse tanto como un auténtico deportivo. Es cierto que por el VZ5 tiene unas suspensiones rebajadas que lo acercan 10 mm más al asfalto que el VZ de 310 CV, pero aún así es más alto que muchos otros coches deportivos del mercado a los que probablemente lograría vencer en un tramo de curvas revirado.

Tiene un paso por curva que cuesta de explicar desde un punto de vista puramente científico, por la rapidez y la precisión con la que lo ejecuta pese a su altura. Trazamos virajes que realmente pensamos que nos tocaría corregir para no irnos fuera de la carretera. Pero para nada, el coche apenas varió su trayectoria. Y a no ser que le aprietes a fondo el pedal del acelerador para buscar realmente perder la tracción, el VZ5 sale de las curvas agarrado al asfalto como si tuviese pegamento en las ruedas.

Eso sí, si le metes pisotón en el momento adecuado, el coche pierde un poco la trasera para poder jugar con los contravolantes. Aunque para eso, está el modo de conducción ‘Drift’ que envía más par a la rueda exterior trasera en las curvas, para que el culo del coche sea más juguetón. Tanto para este modo como para el Cupra con las ayudas desconectadas hay que tener mucha mano y experiencia en la conducción para no acabar en la cuneta. Lo mejor es dejarse ayuda por el “Torque Splitter” de control selectivo de par, que envía la potencia precisa a cada rueda para lograr un paso por curva tan rápido como seguro.

El Cupra Formentor VZ5 está disponible desde 65.350 euros (con disponibilidad casi inmediata), y lo cierto que es no se nos ocurre otro coche que ofrezca tanta potencia y tanto dinamismo, por ese precio. Y además con un coche atractivo, tecnológicamente avanzado, y con una carrocería SUV que lo hace válido para un uso diario gracias a sus buenas plazas traseras y su generoso maletero.

Cosas que mejoraríamos del Formentor VZ5

Creo que ha quedado claro que nos encanta el VZ5, pero como la perfección no existe, hay dos cosas que mejoraríamos de este coche. Por un lado, el sonido de sus escapes. Estéticamente son preciosos, pero creemos que a su sonido le falta carácter. Hemos oído este motor en otros coches y nos han transmitido mayor deportividad con un sonido más bronco y más petardeos.

Lo del sonido se le puede perdonar, pero lo que no nos ha gustado nada son las levas del cambio de marchas. Es un pecado que un cambio tan bueno se conecte con el conductor a través de unos mandos tan pequeños y de escasa calidad. Se notan huecas, ‘plasticosas’, como si fuesen las de un juguete o un mal volante de simracing. Por desgracia desmerece la conducción, ya que sentir unas levas más grandes y de aluminio, o simplemente un plástico con más cuerpo, hubiese redondeado el gran ‘feeling’ que transmite el volante con el buen cuero que utiliza.

Algunos datos curiosos del Cupra Formentor