Los nuevos vehículos de cuatro ruedas que se están presentando últimamente están destinados a suceder a los coches que circulan actualmente por nuestras carreteras y ciudades. Por este motivo, la compañía de renting y gestión de flotas ALD Automotive ha realizado una clasificación de estos nuevos tipos de vehículos, explicando las claves del éxito de cada uno de ellos. En palabras de Pedro Malla, director general de ALD Automotive: "el coche del futuro se moverá propulsado por electricidad o por hidrógeno, estará plenamente conectado, tal vez sea autónomo, pero seguro que será compartido".

COCHE ELÉCTRICO

El coche eléctrico es una realidad en el mercado actual y se está postulando como una de las energías favoritas para los vehículos del futuro. Cabe destacar que aunque las emisiones de fabricación de los coches eléctricos son elevadas, el vehículo se caracteriza por la ausencia de emisiones en circulación. El éxito de los coches eléctricos se basa en la concienciación actual sobre los problemas medioambientales y en la necesidad de respirar un aire más puro. No obstante, actualmente los coches eléctricos tienen que enfrentar varios problemas: la falta de infraestructura, la falta de puntos de recarga y la falta de litio para la fabricación de las baterías.

COCHE HIDRÓGENO

Gran parte de la sociedad defiende que el futuro de la movilidad está en el hidrógeno, debido a los problemas de fabricación que genera el coche eléctrico. Los vehículos de hidrógeno mezclan hidrógeno con oxígeno para propulsar el coche, de forma que se crea proceso que genera electricidad y agua, haciendo que la electricidad se almacene en la batería y el agua se expulse por el tubo de escape convertido en vapor. El éxito de este tipo de vehículos se debe a que no contamina absolutamente nada, puesto que es cero emisiones. Asimismo, son coches muy prácticos porque se repostan igual que los combustibles normales y disponen de una autonomía muy amplia. El único inconveniente es que hace falta una buena infraestructura de puntos de repostaje para este tipo de movilidad.

COCHE CONECTADO

Este nuevo e innovador tipo de coche destaca por su posibilidad de interactuar con los elementos de su entorno, permitiendo que el conductor reciba información en tiempo real de todas las incidencias de tráfico existentes en su trayecto, además de otros datos y avisos relevantes para la optimización del tiempo de conducción. La clave del éxito de los coches conectados es que proporcionan una asistencia a la conducción que supone un paso previo a la autonomía completa del automóvil. Estos coches hacen posible que el conductor obtenga una visión y una comunicación completas de todo aquello que rodea al coche y a su ruta gracias a las redes móviles y a distintas aplicaciones y sensores. Asimismo, ofrecen una serie de servicios que hacen mucho más atractiva, segura y eficiente la conducción. En un futuro cercano, la última tecnología 5G hará posible la autogestión y la comunicación entre coches y otros agentes activos de la carretera en tiempo real y sin retardos.

COCHE AUTÓNOMO

Los coches autónomos son los que circulan sin la necesidad de conductor y necesitan para su funcionamiento estar completamente conectados. Este tipo de vehículo se posiciona de cara al futuro como una de las opciones de movilidad favoritas, ya que vivimos en una sociedad en la que el tiempo es uno de los elementos más valiosos. Los coches autónomos permiten que todo tipo de personas se desplacen, desde niños o ancianos hasta personas con alguna discapacidad. Su éxito también se debe a que el tiempo del desplazamiento se puede aprovechar para realizar otras acciones.

COCHE COMPARTIDO

El coche compartido consiste en ofrecer una flota de vehículos privados a una serie de usuarios inscritos en una plataforma, de modo que puedan utilizarlos siempre que quieran pagando en función de su uso. Los principales núcleos urbanos son los que más disponen de este tipo de movilidad, puesto que reduce el número de coches que circulan por las calles. El éxito se debe a que un único vehículo da servicio a muchos conductores diariamente que utilizan el coche solo cuando tienen una necesidad real de movilidad, reservándolo y devolviéndolo cómodamente.