El Audi Q7 muestra elementos SUV característicos del actual lenguaje de diseño de Audi. Eso incluye la gran parrilla Singleframe octogonal, con seis barras verticales cromadas como estructura. De esta forma, el SUV aparece aún más imponente. Las dos entradas de aire en dos secciones tienen un aspecto mucho más expresivo, mientras que la zona de los estribos subraya la distancia al suelo del SUV y, de este modo, sus capacidades fuera del asfalto.

Todos los motores del Audi Q7 se combinan con un cambio tiptronic de ocho velocidades y con la tracción total permanente quattro. En el lanzamiento al mercado se ofrecieron dos versiones diésel. Ahora, en septiembre, se unirá una versión de gasolina, seguida de una variante híbrida enchufable. La tecnología Mild Hybrid de serie tiene un papel fundamental en la eficiencia de estos motores. En condiciones de utilización real, esta tecnología puede reducir el consumo de combustible hasta en 0,7 litros cada 100 kilómetros. Su componente principal es un alternador-motor de arranque por correa, que alimenta un sistema eléctrico principal de 48 voltios, en el que una compacta batería de iones de litio almacena la energía. En las frenadas, el BAS puede recuperar hasta 8 kW de energía eléctrica y dirigirla a la batería. Si el conductor levanta el pie del acelerador a velocidades de entre 55 y 160 km/h, el Audi Q7 puede recuperar energía o avanzar en modo de marcha por inercia con el motor apagado hasta 40 segundos. El dispositivo BAS vuelve a arrancar el motor en cuanto se pisa de nuevo el acelerador, de un modo más rápido y suave que un motor de arranque convencional. El sistema start-stop opera automáticamente a velocidades inferiores a 22 km/h.