Cada año, nuevos conductores aparecen en las carreteras, jóvenes que, recién estrenada su mayoría de edad, aprovechan la llegada del buen tiempo para sacarse el carné de conducir. Los últimos datos facilitados por la DGT muestran que en nuestras carreteras hay hasta 25.584.719 conductores de turismos censados con permiso tipo B y B+E, de los cuales un 13,6% tienen entre 18 y 30 años.

Según la DGT, solamente el 27% de los aspirantes aprueban el examen práctico la primera. Conducir no es fácil, y es algo que requiere práctica y responsabilidad, más allá de las mayores o menores habilidades que se tengan durante el aprendizaje. Para concienciar sobre ello y animar a los jóvenes al autoanálisis, ahora que empiezan a dar sus primeras clases de conducir, desde Trive (https://gotrive.com/), hacen un repaso por los errores más comunes de los conductores novatos.

Los errores más destacados son los siguientes.

Forzar los mecanismos del coche. El principal problema al que se enfrenta el conductor novel es el cambio del coche de autoescuela al propio. No conocer bien el vehículo hace que al principio se fuercen en exceso los cambios de marcha, se cale o se den tirones, lo que puede entorpecer la marcha de los vehículos en la ciudad.

Tener exceso o falta de confianza. El exceso de confianza al volante lleva a los conductores noveles a aumentar la velocidad, no mantener las distancias de seguridad y obviar las normas viales. Es decir, puede hacer que el conductor minimice la necesidad de prestar la atención debida al entorno. Por otro lado, la tensión e inseguridad, suele llevar a los conductores a reducir demasiado la velocidad, lo que también es contraproducente, o a mantenerse en el carril central cuando se debiera ir por la derecha.

Usar dispositivos tecnológicos y otras distracciones. El aumento de gadgets en los coches y los dispositivos móviles puede hacer que los más jóvenes e inexpertos puedan distraerse en mayor medida al volante.

Infravalorar las condiciones meteorológicas. Las diferentes horas de luz a lo largo del día o las condiciones meteorológicas, son factores que no suelen ser tenidos en cuenta por los conductores. Es frecuente infravalorar el peligro de la conducción por calzadas húmedas, que puede tener como consecuencia el conocido "aquaplaning" o una puesta de sol, que puede dificultar la visión durante la conducción.

No mantener el correcto estado del vehículo. Tener un coche supone un gasto importante, tanto en el momento de adquisición, como durante su tiempo de vida. Controlar el nivel de aceite y del líquido refrigerante, la presión y estado de los neumáticos, o el mantenimiento de la batería, permite tener una conducción más segura.