Gonzalo Martínez / O MORRAZO

El corredor do Morrazo ya está abierto al tráfico. Diez años de estudios y proyectos y dos de obras, así como un largo historial de movilizaciones ciudadanas, concluyeron poco antes de las seis de la tarde de ayer cuando el presidente de la Xunta, Emilio Pérez Touriño, cortó la cinta inaugural en el enlace de Broullón, en Moaña. A las nueve de la noche se abrieron todas las barreras y los primeros vehículos pudieron recorrer, por primera vez, los 20 kilómetros de trazado entre la conexión con la A-9 en Rande y la rotonda de Aldán en unos 20 minutos. El vial permitirá absorber en torno a la mitad de los 40.000 coches que circulan a diario entre estos puntos. "Chega ó fin unha gran obra, que permitirá vertebrar a comarca e a área metropolitana de Vigo; unha obra cun custe social, medioambiental e político, pero a mensaxe final é que paga a pena", manifestó Touriño. "Desde hai cen anos, non se produce un feito tan trascendente coma este para o futuro do Morrazo", recalcó el alcalde de Moaña, Xosé Manuel Millán.

La inauguración se convirtió en un acto social de primer orden, con la presencia de un elevado número de autoridades y colectivos ciudadanos. Entre ellas, la conselleira de Política Territorial, María José Caride; los regidores de Cangas y Bueu, José Enrique Sotelo y Elena Estévez; el subdelegado del Gobierno, Delfín Fernández; diputados autonómicos, concejales de las tres corporaciones morracenses, representantes de Fecimo y de distintos colectivos sociales. Algunos se incorporaron tarde a la ceremonia al ser retenidos por las fuerzas de seguridad, que sólo le franquearon el paso tras identificarlos y recibir órdenes superiores.

Después de la inauguración oficial, los técnicos explicaron las características de la obra, que ha tenido un coste de 96 millones de euros, lo que supone una media de 4,6 millones por cada kilómetro construido, "á máis alta de todas as estradas autonómicas" debido a las condiciones orográficas, a las diferentes soluciones constructivas y a los estándares de calidad, entre los que destacaron las especiales características de la capa de rodadura. A pesar de esa complejidad, se felicitaron por que, durante la ejecución, no se produjeron accidentes graves.

El alcalde de Moaña tomó luego la palabra para agradecer a Pérez Touriño que eligiera la villa en su primera visita oficial a la comarca y destacar que el corredor es la infraestructura viaria más importante desde que se abrió la C-550 (ahora PO-551) a principios del siglo pasado, lo que influyó decisivamente en el desarrollo urbanístico y en el progreso de O Morrazo. Aprovechó su amplio discurso para reclamar inversiones "que os gobernos de ata agora nos negaron" y poder desarrollar, así, todas las "extraordinarias potencialidades" de la comarca.

Tampoco se olvidó de los dos años de "preocupación, sofrimento e sacrificio" que han padecido los vecinos de algunas zonas, como O Caeiro, Domaio o Ameixoada, en su lucha por minorar el impacto ambiental de las obras. "O corredor é unha obra importante, pero tamén unha ferida na memoria e na paisaxe, que modifica para sempre a nosa relación co medio", recordó, antes de advertir a la Xunta que "as obras non acabaron", y deben continuar con la reposición de propiedades y servicios afectados, así como el pago de expropiaciones. Finalizó pidiendo al presidente autonómico que termine con el aislamiento de la comarca y que el corredor pueda enlazar en Rande con la autopista, "libre de peaxe".

En su intervención, la conselleira de Política Territorial, María José Caride, se refirió a un "día de ledicia" para todos, al llegar a buen fin un proyecto que comenzó a gestarse en 1993 y tuvo que superar "moitos atrancos e polémicas" y conciliar el progreso con el respeto medioambiental. Dijo que mejorarán la accesibilidad y la seguridad viaria y se acortarán los tiempos de recorrido, pero pidió mantener la prudencia en la conducción para evitar víctimas. Comparó la apertura del corredor con la del puente de Rande hace más de un cuarto de siglo, aunque reconoció que la obra ha dejado una "fonda ferida" en el territorio, que la Xunta intentará paliar con la ejecución de las mejoras comprometidas con los colectivos vecinales, de los que valoró su actitud de "diálogo e negociación". También aseguró que se pagarán "canto antes" los terrenos expropiados.

"Salto histórico"

Emilio Pérez Touriño fue el encargado de cerrar el acto. Destacó que se trata de una obra pública, y como tal, "financiada por tódolos cidadáns", y que su mayor importancia radica en la "vertebración" que supondrá para los concellos de la comarca y de ésta con Vigo y los demás municipios de una ría "que non debe separar, senón unir". Un "salto histórico" en el que reconoció el papel de los anteriores gobiernos autonómicos, que iniciaron una obra que no llegaron a inaugurar debido al "relevo xeracional" y a la "alternancia democrática". "Eu tamén aspiro a comezar moitas obras que outros inaugurarán", aseguró. Luego, ofreció colaboración a los alcaldes para acometer nuevas mejoras y recalcó que Rande es el próximo objetivo para acercar ambas márgenes de la ría: "Máis cedo que tarde, a peaxe pasará a ser historia neste país".