El dirigente vio así revalidado su cargo en una asamblea muy concurrida (asistió el 82,89 por ciento del capital social) convertida en un proceso electoral en el que superó a la candidatura de Claudio Biern, que logró el 39,57 por ciento de los votos.

Daniel Sánchez Llibre logró 139.359 votos de los 232.544 totales. Claudio Biern obtuvo 92.009, mientras que 1.176 votos fueron en blanco.

El presidente vio así refrendada por los accionistas su intención de formar un consejo de 25 miembros, trece más que los actuales, entre los que destacan tres vicepresidentes, Pere Botet, José Luis Perelló y José Sunyer, y un consejero delegado, José Luis Morlanes.

El equipo de trabajo de Sánchez Llibre lo completan, en condición de vocales, los siguientes consejeros: Antoni Alegre, Dani Ballart, Oscar Barberán, Josep Maria Borrell, Juan José Bertomeu, Enrique Beltrán, Joan Collet, Ramón Condal, Anna María Fusté, Emilio Gutiérrez, Sebastián Javier, Jorge Malet, Víctor Malet, Antonio Martín, Leandro Martínez-Zurita, José Manuel Moya, Josep Ramió, Carles Rocha, José Sampietro y Jordi Soley Climent.

Para el presidente, la conclusión más positiva de la asamblea es el notable crecimiento de sus apoyos, ya que con el respaldo obtenido en la junta obtiene el voto favorable de casi el 50 por ciento del capital social total de la entidad.

Daniel Sánchez Llibre, presidente del Espanyol desde junio de 1997, será el máximo dirigente del club hasta 2011, aunque en repetidas ocasiones ya ha anunciado que abandonará el cargo cuando se inaugure el estadio que el club construye en Cornellá de Llobregat.

Tras superar su asamblea más controvertida, a la que asistió el máximo accionista, José Manuel Lara Bosch, para ofrecer su apoyo explícito a la oposición, Sánchez Llibre agradeció el apoyo de todos los accionistas y tendió la mano a Biern para "olvidar todo lo sucedido" a lo largo de la campaña y establecer puentes de unión con la oposición.

Sánchez Llibre también vio aprobada su gestión económica y social de la pasada temporada en una junta en la que se esperaba con especial interés la intervención del máximo accionista, José Manuel Lara Bosch, quien finalmente decidió no hablar porque se había limitado a tres minutos el tiempo dedicado a cada orador.

En los próximos días, el presidente podría reunirse con Claudio Biern para hablar del futuro de la entidad españolista, que hoy vivió una de sus asambleas más largas, con un total de ocho horas.