Hablé con ella. Ella fue bautizada hace 22 años en Fray Luis Beltrán, ciudad argentina de la provincia de Santa Fe, con el original nombre de Flor.

En su personalidad anidan (las) tres gracias: muy buena imagen, belleza interior y un nivel de educación cívica muy estimable.

Considera a su Argentina natal "... un país hermoso y muy rico; pero mal explotado y peor administrado. Tiene en la actualidad muchos defectos -con nombre y apellido- y a causa de estas circunstancias la gente está cansada de pelear cada día por lo que es suyo. La delincuencia ha crecido a niveles agigantados, razón por la que se vive con miedo, con angustia, con el no saber qué puede acontecer mañana...".

Es por naturaleza apolítica "... en todo caso me definiría como partidaria de centro-izquierda. Progresista más que conservadora. Pienso que las cosas evolucionan y hay que dejar que sucedan y no queden en el tiempo...".

Con esta semblanza definitoria de su entorno personal me habla de cómo se siente en este lugar de España. Esta ciudad fue su destino migratorio debido a que su novio (argentino) decidió probar fortuna aquí porque su madrina (también argentina) vivía en esta ciudad desde hacía muchos años...".

El amor cruza fronteras y océanos con la fuerza que proporciona expresarse en el idioma de la Madre Patria.

Su trabajo actual (camarera de un restaurante-tapería) lo alterna con el aprendizaje de idiomas (italiano) mirando al futuro desde lo que realmente le gusta: el turismo.

"... Mi integración no fue tan difícil ya que además de ser sociable por naturaleza tuve a alguien (novio) que me mostró un poco de lo que era esta "nueva vida" que comenzaba. Al principio fue difícil: la nostalgia -sobre todo a mi gente- me invadía. Empecé a conocer gente y ambientes, lo que me ayudó a sobreponerme a la melancolía. Al principio fue raro. La gente aquí es más fría y cerrada. No se brinda tan fácilmente y menos con persona extranjera; sin embargo ya cada día que pasa me siento más de aquí".

Si hubiera de resumir la vida ¿extraña? de una argentina en España es que, salvo casos muy puntuales, la acogida ha sido positiva. Esto es importante pues Argentina acogió a los gallegos con los brazos abiertos.

Juan Pablo Palacios Fernández - Pontevedra