El ex primer ministro israelí y principal aspirante a la presidencia del Likud, Benjamín Netanyahu, no descarta bombardear la central nuclear de Irán, si vence en las elecciones del 28 de marzo y es elegido jefe del Gobierno de Israel. "Continuaré el legado del (primer ministro) Menahem Begin, quien mediante medidas intrépidas y vigorosas frustró las intenciones del vecino de Irán, Iraq, para hacerse con armas nucleares", aseguró ayer el político nacionalista en declaraciones a la radio pública de su país.

Israel torpedeó el proyecto nuclear iraquí en 1981 mediante un bombardeo aéreo de la central nuclear Osirak antes de que entrara en funcionamiento, lo que, en el caso de Irán, podría ocurrir antes de marzo, según los servicios de información israelíes.

Netanyahu justificó una operación similar con el argumento de que el presidente iraní amenazó recientemente con destruir a Israel. "La amenaza de Irán es existencial ya que está desarrollando los medios para acometer nuestra destrucción", dijo el ex primer ministro y principal aspirante a liderar el Likud.

Las declaraciones de Netanyahu han causado incomodidad en círculos militares y diplomáticos israelíes, ya que la política del actual Gobierno respecto al programa nuclear iraní ha sido hasta ahora la de alinearse con la comunidad internacional para conseguir su detención.

Por otro lado, la artillería israelí bombardeó ayer posiciones palestinas en el norte de la franja de Gaza, tras dos ataques consecutivos con cohetes por parte de las milicias. Los proyectiles fueron disparados contra zonas despobladas desde las que las milicias palestinas lanzan sus cohetes.