El Gobierno no prepara una prohibición total del tabaco en los establecimientos públicos. Así lo dijo ayer la ministra de Sanidad y Consumo, Elena Salgado, que garantizó que cualquier avance que se produzca se hará en el marco de la Ley que entró en vigor a comienzos de este 2006. En todo caso, Salgado apostó por una reflexión cuando se acerque el final de este año para poner en práctica "una política activa que facilite que haya espacios sin humos" para los no fumadores.

Salgado dijo hace unos días que, si persistía el actual desequilibrio entre locales para fumadores y locales para no fumadores, a final de año habrá que pensar en "dar un paso más allá" en la Ley antitabaco. La ministra aseguró que ha habido malas interpretaciones de estas palabras. "Los que se han rasgado las vestiduras y han hablado de amenazas tal vez se han precipitado un poco", dijo.

La actual Ley, subrayó, "tiene un amplio recorrido y las medidas que puedan arbitrarse se darán dentro del marco de la normativa actual".

En otras palabras, el Gobierno no tiene entre sus planes la prohibición total del hábito de fumar en establecimientos públicos. Lo que sí hará es "incentivar el que existan más lugares pequeños donde se permita fumar". Esos incentivos, añadió, no serían económicos, sino que podrían traducirse en campañas sobre los daños del tabaquismo pasivo en los niños.

En la actualidad, los locales de menos de 100 metros cuadrados tienen la opción de permitir o prohibir fumar a sus clientes, y la mayoría han optado por lo primero. Por eso, Salgado aseguró que, con doce meses de aplicación de la Ley, habrá que reflexionar en torno a si "los padres que quieren tomarse un café o un refresco con los niños no encuentran en su localidad ningún sitio donde se prohíba fumar, con un ambiente libre de humos".

El aire que respiras

Salgado dejó bien claro que el objetivo no es que haya el mismo número de locales para fumadores y no fumadores, sino "algo mucho más sencillo", que es "simplemente que haya algún lugar donde ese derecho a respirar un aire sin humor se pueda llevar a la práctica". "Hay que buscar la manera de equilibrar la situación para que los bares de fumadores puedan seguir con su política, pero que al mismo tiempo se garanticen espacios de no fumadores", añadió.

La ministra pidió también una mayor información al público sobre los espacios sin humo para evitar los casos de bares que han cambiado su decisión y ahora permiten fumar por temor a perder clientes. "Eso no es muy lógico, teniendo en cuenta el porcentaje relativo de personan que no fuman", añadió Salgado, convencida también que "todos los padres desean que sus hijos respiren un aire lo menos contaminado posible".