El Gobierno israelí aprobó ayer la transferencia de 44 millones de euros a la Autoridad Nacional Palestina (ANP) en concepto de impuestos y tasas de aduanas recogidos durante el mes de enero. La transferencia del dinero, como hace todos los meses, estaba pendiente de la decisión del Ejecutivo israelí, que había congelado el traspaso tras la aplastante victoria del movimiento islámico Hamás en las elecciones del 25 de enero. La decisión de entregarle los fondos a la ANP ha sido tomada por unanimidad, informó el secretario del Gobierno israelí.

Asesores jurídicos explicaron al Gobierno que no existía ningún argumento legal para bloquear la transferencia, ya que se trata de un dinero que pertenece a la ANP en virtud de los acuerdos de Oslo. Según el Acuerdo de París de 1995, protocolo económico del proceso de Oslo iniciado dos años antes, Israel recoge los impuestos de trabajadores palestinos que trabajan en su territorio, como así también las tasas de aduanas. En el pasado Israel dejó en suspenso esas transferencias bajo la acusación de que ese dinero servía para financiar actividades terroristas.

Por su parte, el Fiscal General de la ANP, Ahmed Al-Mugrabi, reveló ayer la existencia de decenas de casos de corrupción en las instituciones palestinas, por los que se habrían robado decenas de millones de dólares de las arcas de la Administración. Al-Mugrabi declaró que existen casos abiertos sobre corrupción en las instituciones que no han sido dados a conocer.