El presidente del grupo automovilístico francés, Jean-Martin Folz, no espera hasta el segundo semestre de este año un inicio de recuperación de sus resultados, que no quiere cifrar a la vista de los nubarrones que envuelven sus perspectivas.

Folz señaló ayer que después del bajón del 21,8% del margen operativo el pasado ejercicio a 1.940 millones de euros, en la primera mitad de este año su volumen será de la misma magnitud que en el pasado semestre, en porcentaje de la facturación.

El presidente de PSA indicó que en la segunda mitad de 2006 ese margen operativo progresará respecto al primero, siempre en términos relativos, pero no quiso cuantificar el ritmo de aumento tras la corrección a la baja de las estimaciones de 2005 que la empresa tuvo que hacer.

"Nuestros resultados no son buenos, no nos satisfacen y tenemos que mejorarlos", afirmó antes de puntualizar que pese a todo "nuestra estrategia es la buena" y lo que hay que hacer es acelerar su aplicación.

Folz dijo que este año esperan un incremento de las ventas en Europa, pese a que augura que este mercado permanecerá estancado.

Preguntado sobre la posibilidad de cerrar alguna planta en Europa en respuesta a la atonía de este mercado, el presidente de PSA recordó que sus fábricas tienen un nivel de utilización media del 102 por ciento, según los parámetros estándar de la industria.

No obstante, añadió que si no se realizara el incremento de las ventas que se esperan para 2006, se tomarían medidas "coyunturales" como las que ya se han aplicado en algunas unidades de producción, y que no descartaba otras disposiciones "estructurales" cuya naturaleza no precisó.

Folz señaló que en el presente ejercicio se renovará un tercio de la gama.