Los vecinos de la avenida de Galicia y zonas adyacentes, en Teis, dicen que lo suyo es un sinvivir. Cuando no les cortan el agua por la mañana lo hacen a la hora de comer, que jeringa más. Y si no, por las tardes. Y muchas veces, la mayor parte, desde la mañana hasta la tarde.

Y con tanto abrir y cerrar zanjas para buscar y solucionar las averías, los de la concesionaria están dejando las calles llenas de parches. Es como si anduviera suelto por la parroquia un topo vacilón que en vez de escarbar en la tierra se hubiera especializado en el piche.

Y claro, lo que ellos quieren es que si la red está mal, que lo está, el Concello o quien sea se ponga manos a la obra y lleve a cabo un plan renove de las tuberías que la pobres deben ser del tiempo de los romanos.

Porque está muy bien eso de dejar las calles como un decorado. Ahí está el proyecto para Doctor Corbal, donde está previsto invertir medio millón de euros para cambios de aceras, farolas y arbolitos y demás ornamentación, pero a lo de abajo, es decir, al alcantarillado no le tocan. Y después pasa lo que pasa, que a los quince días hay que levantar la tramoya para reparar lo que dejaron viejo. Como en el entorno de la alameda, por ejemplo...

Lo de la calle Álvarez Vázquez

y su cierre va para culebrón...

El 29 de septiembre de 1981 -Ver el libro As rúas de Vigo, del cronista de la ciudad, Lalo Vázquez Gil, pág 88- el Concello acordó llamar Alfonso Álvarez Vázquez a la calle paralela a Boán entre Buenos Aires y la prolongación de Espiñeiro.

Álvarez Vázquez -pág 98- fue un vecino ejemplar de Vigo y muy querido en Teis. Peluquero con negocio en la calle Sanjurjo Badía y músico de la banda municipal, que falleció en 1972.

Pues bien, la calle Álvarez Vázquez se ha convertido desde hace meses en protagonista de las sesiones de la Gerencia de Urbanismo con preguntas, respuestas, informes y nuevos expedientes porque a alguien se le ha ocurrido cerrarla con un portalón de forja, lo que ha llevado a los vecinos afectados a presentar un recurso contencioso administrativo contra el Concello, que derivó en la suspensión de la autorización de cierre.

Pero a pesar de eso la cancilla sigue cerrada como si tal cosa.

La calle en cuestión, que sólo tiene unos metros de longitud, promete convertirse en más famosa que el propio Plan General...

En el túnel hay otro buraco, pero seguro que hoy lo arreglan. Como lo revisan a diario...

Ya se sabe que los parches de chapapote mal zoscados en los agujeros del pavimento duran menos que un billete de veinte euros en el bolsillo, porque los coches al pasar levantan el piche como si fuera arena.

Y que los agujeros en lo que los del Concello llaman viales de rodadura son muy peligrosos, pues el conductor que no esté advertido pierde el control del coche. Y no les digo nada de las motos.

Además al caer la rueda en el cráter se desequilibra y eso afecta a la dirección, por lo que hay que llevarla a calibrar y eso provoca cambios de ruedas con más frecuencia de la normal. En fin, una pasta.

Y viene todo esto a cuenta porque en la entrada del túnel de Beiramar, según se viene de Bouzas apareció un gua de los de no te menees, que habían tapado daquelamaneira hace sólo unos días.

Pero trankis, porque como la concesionaria del mantenimiento de los túneles tiene que revisar el vial de rodadura todos los días, hoy mismo lo arreglan. Seguro... Y bien, para que dure...