El fiscal solicita un año y medio de prisión para los padres de un menor vigués de 3 años que falleció en noviembre de 2001 como consecuencia de una sobredosis de metadona al ingerir accidentalmente esta sustancia de un frasco que estaba guardado en la nevera del domicilio. El juicio contra los dos acusados, R.J.B., de 35 años de edad, y M.S.E.D., de 34, se celebrará el próximo día 25 de octubre en el Juzgado de lo Penal Número 3 de Vigo.

El ministerio público pide para cada uno de los progenitores una pena de un año y seis meses de cárcel al considerarlos responsables de un delito de homicidio por imprudencia y, en cuanto a la responsabilidad civil, solicita que indemnicen de forma conjunta y solidaria a cada uno de sus dos hijos menores con 9.000 euros, a la Clínica Fátima con 353,40 euros y al Sergas con 16.347,80 euros.

Los hechos, según relata el fiscal en su escrito de acusación, se remontan al mediodía del 23 de octubre de 2001, cuando el padre llegó al domicilio y guardó en la nevera un frasco que contenía metadona, una sustancia estupefaciente con la que entonces estaba a tratamiento sustitutivo de la heroína.

La metadona solía estar en la nevera, "circunstancia de la que era conocedora su mujer", según el fiscal, que tampoco descarta, como alternativa, que el hombre se la diese ese día a su esposa para que ésta la guardase en ese lugar.

La acusación añade que, después de comer y al parecer en un descuido de los progenitores, "el menor fue a la cocina, abrió la nevera, tomó el frasco de metadona, le desenroscó la tapa y tomó parte de su contenido, sin que de esta circunstancia se apercibieran sus padres".

Dormido

El pequeño, según se relata en el escrito de calificación, se quedó dormido debido a la sustancia que había ingerido, por lo que su madre lo llevó a la cama. Tres horas después, al ver que "el niño dormía más de lo normal", la mujer fue a despertarlo y, como no recobraba la consciencia, su padre trató de reanimarlo sin éxito. Fue entonces cuando, supuestamente, se dieron cuenta de que había ingerido parte de la metadona, por lo que decidieron llevarlo a la Clínica Fátima de Vigo, "a la que tardaron más de una hora en llegar".

El menor, dada la gravedad que presentaba su estado, fue trasladado al Hospital Xeral, donde, tras permanecer más de veinte días en estado vegetativo, falleció el 14 de noviembre "por un fracaso multiorgánico derivado de la inicial intoxicación aguda por metadona, de la que en su momento había ingerido una dosis letal".