Avergonzado por tener que dar explicaciones públicas sobre su patrimonio personal, el alcalde de Ourense, Manuel Cabezas, compareció ayer ante la corporación municipal para demostrar su inocencia. En un pleno extraordinario convocado por él mismo, el regidor manifestó sentirse víctima de una "diabólica campaña de injurias por parte del diario local La Región desde hace dos años".

El detonante de la polémica sobre su patrimonio se encrudeció ante la publicación de un artículo sobre la casa que el alcalde construye en Piñor de Cea. La información, apunta Cabezas, "está plagada de falsedades e insinuaciones injuriosas que tendrán que ser demostradas en el Juzgado". De hecho, anunció que sus abogados ultiman ya la denuncia contra ese diario y que toda la documentación sobre su patrimonio será trasladada a Fiscalía. Por último, anunció la convocatoria de una junta de portavoces en la que mostrará a los líderes municipales del BNG y del PSOE sus declaraciones de la renta desde 1994. Alexandre Sánchez y Francisco Rodríguez, respectivamente, aceptaron la invitación, pero no conformes con ello, reprendieron al alcalde por "dedicar más tiempo a limpiar su imagen que al gobierno de la ciudad" y por salpicar a la institución local con las "guerras internas del PP".

El alcalde acudió al pleno extraordinario con toda la documentación relativa a su patrimonio y la puso a disposición de todos los ediles de la corporación: "Pueden consultarla cuando quieran en compañía de mis asesores. Y si ven algo pueden ir a la Agencia Tributaria o a Fiscalía". En este sentido, puntualizó que "no vivo del dinero público, pago a Hacienda muchos impuestos y doy trabajo a mucha gente en mis empresas". Precisamente aseguró que cuando tomó posesión como alcalde en 1995 ya disponía de parte de su patrimonio, aclarando que la casa que construye en Piñor está en una finca familiar. Respecto al valor de esa edificación apuntado por el diario local (3,6 millones de euros), Cabezas matiza que se trata de una "valoración gratuita, desproporcionada y torticera que no se acerca ni de lejos a la realidad". De todos modos, dijo, "he realizado los pagos con transferencias y pueden verlo en los papeles".

En un pleno que duró tres horas, el alcalde realizó tres intervenciones. Relató sus bienes y operaciones inmobiliarias y mostró las escrituras de sus propiedades, sus declaraciones de la renta y la documentación de sus empresas en los sectores del vino y la ingeniería. Pero no fue capaz de responder a las insistentes preguntas de la oposición, respecto a las "extorsiones" de La Región denunciadas por el alcalde el pasado lunes: "Me encumbraron y de repente pasé a ser el enemigo público número 1. No soy periodista y no puedo enjuiciar su forma de trabajar, pero no me parece normal. No sé qué pasó, pero no pienso doblegarme". Agradeció el apoyo de los ciudadanos y repitió hasta la saciedad sentir "vergüenza por verme obligado a desnudarme públicamente, algo que no ha hecho nadie en este país".