Los Presupuestos Generales del Estado de 2006 permitirán a la economía española crecer 2 puntos por encima de la zona euro y seguir recortando sus niveles de déficit y deuda públicos. Así lo anunció ayer el vicepresidente económico, Pedro Solbes, al término del Consejo de Ministros que aprobó unas cuentas del Estado con mayores dotaciones para gasto social, I+D, educación, seguridad ciudadana y ayuda oficial al desarrollo y aumentan las inversión en infraestructuras un 12,4%.

El Gobierno mantiene en el 3,3% el crecimiento de la economía para 2006, pese a que el entorno económico mundial se ha complicado. Aunque el precio del petróleo sigue subiendo, el Gobierno mantiene su previsión en 55 dólares el barril para el próximo año.

Solbes aseguró que los Presupuestos de 2006 están realizados con unas estimaciones de ingresos y gastos "prudentes", lo que permitirá "cómodamente" compatibilizar las prioridades presupuestarias con el logro de un superávit (por segundo año consecutivo), fijado en el 0,2% del PIB para el conjunto de las administraciones públicas, con un déficit del Estado del 0,4% del PIB.

Mejorar la productividad

Los ingresos crecerán el próximo año un 9,2% (se situarán en 128.000 millones de euros) y los gastos un 7,6% (133.947 millones), lo que permitirá acometer las principales partidas presupuestarias, centradas en la mejora de la productividad (I+D, infraestructuras y educación), gasto social (pensiones y sanidad) y mejora de los servicios públicos (justicia, seguridad y defensa). Pese a que el gasto crece por encima del PIB nominal, el vicepresidente aseguró que estos Presupuestos no son expansivos, porque contemplan un superávit de 2 décimas del PIB. "Otro tema es si se consideran o no suficientemente restrictivos", admitió.

Solbes anunció que cada una de las comunidades autónomas tendrá un "reparto equilibrado" de las partidas presupuestarias en función de su peso en el PIB español, saliendo al paso de las críticas lanzadas desde algunos sectores sobre la mayor inversión que recibirá Cataluña el año que viene. "Hay objetivos presupuestarios que se cumplen en un periodo de tiempo largo, por lo que la inversión de todas las comunidades no puede crecer todos los años más que el anterior y siempre por encima de la media, es imposible", puntualizó.

Interés general

El vicepresidente reconoció que el aumento de la inflación supone un problema para el Gobierno y pidió a los agentes sociales que a la hora de negociar los salarios del próximo año tengan en cuenta, además de la inflación pasada, la evolución futura de los precios para la que Economía prevé una moderación. La vicepresidenta primera María Teresa Fernández de la Vega, aseguró que el Gobierno ha situado el interés general de los ciudadanos por encima de cualquier otra consideración en la aprobación de estos Presupuestos, por lo que destinan más del 50% del gasto a partidas sociales. "En resumen, más crecimiento y mejor distribuido", dijo.

La principal partida en gasto social será la dedicada a las pensiones, con un aumento del 6,9%. La partida de sanidad alcanzará casi 1.700 millones de euros, como consecuencia del acuerdo alcanzado con las comunidades autónomas para la financiación del gasto sanitario.