Javier Sánchez de Dios / santiago

La Sanidad pública española es sostenible, en términos financieros, a día de hoy?

-manuel R. piñeiro. Creo que sí. Lo que ocurre es que hay que modificar algunas cosas y gestionar de forma más coherente algunos de los servicios que presta. En Galicia la Sanidad pública tiene deficiencias importantes porque las transferencias en su momento no se realizaron del mejor modo y no se pensó en el futuro. Hay temas importantes aquí, como el envejecimiento de la población, o su dispersión, que generaron un aumento de gasto muy notable. Si partimos de la base de que en Sanidad se invierte muy por debajo de la media europea en cuanto al PIB, nos encontramos con que hay que incrementar esa inversión en los Presupuestos y, sólo si no llega, habrá que pensar en otras medidas. Pero por el momento creo que con un aumento del dinero del Estado la viabilidad está asegurada.

- miguel lópez crespo. Desde nuestra organización pensamos que sí, que puede ser sostenible. Hay una serie de problemas, es cierto, que probablemente son de eficiencia y racionalidad en el gasto, pero creemos que se podrían paliar con un incremento del porcentaje que el Estado dedica a la financiación de la Sanidad. Nuestra idea como consumidores es que la Sanidad pública es sostenible, pero probablemente habrá que modificar el modelo, porque engendra una serie de problemas agudos. La Sanidad es para nosotros, con la Educación, uno de los servicios públicos que están mejor valorados y que funciona de un modo más apreciable y por tanto no sólo puede ser sostenible, sino que hay que financiarla porque es un patrimonio de todos, una conquista social que hay que defender y mantener.

- santiago lago. La respuesta es claramente positiva: sí, es sostenible, aunque puede llegar a no serlo. El problema de la Sanidad lo estamos empezando a sufrir y si no lo remediamos se va a convertir en algo muy grave en los próximos años. Actualmente presenta algunas deficiencias, es cierto, pero insisto en que si no se aplican medidas acertadas lo peor está por llegar. Y para resolver los problemas hay que plantearse, desde un punto de vista financiero, si se puede gastar mejor, y se puede: hay posibilidad de ahorro. Pero quiero añadir que aunque seamos capaces de gestionar mejor, con el sistema vigente según el cual gasto y PIB deben crecer al mismo ritmo no será sostenible a medio plazo. Va a ser inevitable gastar más en términos de PIB. Tenemos el mejor sistema sanitario del mundo para lo que gastamos, pero gastamos poco.

-¿De dónde va a salir el dinero para gastar más...?

- r. piñeiro. ¿Qué hacen en el resto de Europa para dedicar una media del 7 por ciento del PIB a Sanidad mientras nosotros estamos en el 5,4? ¿Dónde va ese pico que nos falta, dónde lo dedican los políticos? Ahí hay un porcentaje de dinero muy importante que hay que dedicar a un bien público, y que hay que potenciarlo; habrá que sacar dinero de otros servicios para dedicarlo a la Sanidad. Y en el momento en que estemos en niveles equiparables al resto de Europa hay que hacer otra cosa: educar a la población, porque cuantos más servicios se dan, más se reclama. Es preciso educar para saber utilizar. Hay que gestionar mejor los centros sanitarios, porque se están malgastando medios, y hay que educar a los profesionales también. Pero considero necesario que la gestión de los recursos mejore, y que los políticos no utilicen la Sanidad como una fuente de votos. Aquí se está utilizando políticamente la Sanidad pública, y eso es un error funesto.

- lópez crespo. Nuestra idea de donde sacamos el dinero lleva implícita una reflexión sobre para qué fines hay que sacarlo. Desde nuestro punto de vista, en la salud, al ser un derecho fundamental, debe procurarse que al menos el catálogo básico de servicios al ciudadano sea general, y desde ahí debe hacerse frente a la financiación con los presupuestos generales del Estado por la vía de los impuestos directos. Lo que no podemos permitirnos es hablar de situaciones en las que el consumidor haya de pagar más cuando ya paga por todo: se ha subido la presión fiscal indirecta mientras se baja la directa, lo que hace que paguen más los que menos tienen. Eso no puede ser: cada uno tiene que pagar según su capacidad. Posteriormente, aquellas Comunidades que quieran mejorar esa carta básica de servicios, como han hecho algunas, pues que lo proponga a sus ciudadanos y busque el sistema que esos ciudadanos quieran. Ese es el sistema, y no el parcheado continuo que ahora se hace.

- lago peñas. Se puede decir "gastemos en otras cosas menos y más en Sanidad", una respuesta no muy razonable, porque el gasto social en España comparado con el de la UE demuestra que somos quienes menor lo tiene en relación a su PIB, y con diferencias enormes, de siete y ocho puntos. Así no es posible sacar dinero de áreas en donde ya apenas gastamos, y por tanto hay que aumentar el volumen de recursos por la vía de la recaudación impositiva, lo que no quiere decir necesariamente incremento de impuestos. ¿Por qué la diferencia? Pues porque podríamos aumentar la recaudación por la vía de la lucha contra el fraude fiscal: si fuésemos capaces de reducir el nivel de fraude actual tendríamos dinero suficiente para solventar los problemas de la Sanidad, quizá para financiar el PEIT e incluso para abrir miles de guarderías. Dicho eso, si por esa vía no tenemos recursos bastantes, habrá que subir impuestos, y ahí se abren dos vías, directos o indirectos. Estoy de acuerdo en que hay que ir a los directos, porque en los últimos años se está produciendo la injusticia de bajar los directos y subir los indirectos.

- O el copago...

- r. piñeiro. Mientras no agotemos lo que es la política de impuestos directos, que marcan los países de nuestro entorno, no tenemos por qué pensar en otras medidas. Las de subir los impuestos indirectos deberían complementar lo anterior si no llega, y después quizá habría que pensar, en un futuro, en los copagos. Y si se llegara a pensar en ellos será tras agotar todas las vías posibles, y no antes. Y en todo caso el copago habría que racionalizarlo: eso de un euro simbólico por consulta que dijo Maragall es absurdo. Insisto: hay que dedicar más PIB a la Sanidad, y así estaríamos mejor en una infraestructura sanitaria muy buena, pero que hay que mejorar.

- lópez crespo. Para nosotros un sistema de copago es incompatible con una definición de la Sanidad como servicio público desde el momento en que hay que pagar por sus prestaciones. Pagar una parte cada vez que se va al médico o se necesita un medicamento implicaría la desaparición de hecho de la Sanidad. Si no hay otro sistema, si la situación es límite, habría que estudiar alguna fórmula específica, pero creemos que hay posibilidades muy amplias antes de llegar a eso, entre ellas esa que ha expuesto el profesor Lago de la vía de la lucha contra el fraude fiscal, que es muy interesante.

- lago peñas. Fijaos que lo que hay en este momento es que el gobierno central y los autonómicos están haciendo lo mismo: bajar los impuestos directos y subir los indirectos. Baja el IRPF, aunque es injusto, y la gente no quiere más impuestos, ni aumentos, ni oir hablar del copago, y ha de darse cuenta de que no hay milagros: lo que se baja por un lado hay que subirlo por otro. Creo que la prioridad en este momento no es rebajar el IRPF. Y sobre el copago debo decir que tiene doble función: generar recursos y de limitación de la demanda. Y los estudios que hay sobre eso dicen que es así. Pero una parte de la demanda que se restringe es superflua, y aunque hay otra real, puede perjudicar a los menos favorecidos. Es peligroso desde ese punto de vista.

- r. piñeiro. El copago es disuasorio pero podría disuadir a pacientes con patologías graves o a los de menor poder adquisitivo, y entonces al final agravaríamos el problema. Eso en el caso de que sea real, en serio, pero aún si es simbólico generaría más gasto, porque gestionarlo sería peor. ¿Gasto farmacéutico? No se ahorraría tanto como se cree.

- lópez crespo. Insisto: desde nuestro punto de vista como consumidores sería el último recurso, y además probablemente provocaría injusticia. Quizá habría que ahorrar en el gasto farmacéutico, porque es evidente que esa industria multiplica por mucho sus beneficios. Creo que ahí hay un camino.

- lago peñas. Sin ninguna duda uno de los caminos de solución va por ahí. Mejoraría mucho la situación financiera de la Sanidad el revisar completamente la gestión farmacéutica del país. Y ayudaría una segunda cuestión, que sería un sustitutivo del copago mediante el control de la demanda de servicios con centros de asistencia primaria tan potentes que pudiesen atender a los ciudadanos mejor que la actual y evitaríamos que muchas personas fuesen a especialistas.