El caso de Antonio Tourón y su familia quizás sea uno de los más extraños. Cuando decidieron mudarse de Vigo a Peitieiros preguntaron si podrían conservar su viejo número de teléfono. "Nos dijeron que sí, que debíamos seguir pagando la cuota bimestral, de unos 50 euros, y que no habría problema", recuerda Antonio.

Se trasladaron en agosto de 2002, hace tres años, y "no han hecho más que prometernos que nos darían servicio enseguida sin que hasta ahora hayan cumplido su palabra", agrega.

Hace unos días, Antonio dice que se puso en contacto con la compañía, "a la que hemos pagado todas las cuotas hasta ahora". Le informaron de que no podrá conservar el número que tenía en Vigo y que "la línea tendrá que esperar".