Pellegrini achaca el resultado a los fallos defensivos de su equipo, su escasa fortuna en el remate y la buena organización del Celta. El Villarreal entra en crisis y el técnico chileno espera que los problemas se solucionen pronto.

"Vi un partido complicado, ante un muy buen rival", comenta Pellegrini. "Habíamos dominado el partido hasta el gol de ellos. Después, el equipo se vino un poco abajo. Baiano apareció otra vez en el segundo tiempo. Fue el jugador que desequilibró el partido. Al final nos pudieron las prisas".

Encajar goles siempre "supone una llamada de atención importante. Damos demasiadas licencias defensivas. Hay que corregir rápidamente, ya que la Liga avanza y después cuesta mucho recuperar posiciones".

"No apareció ni la aplicación ni la agresividad defensiva", se lamentó el chileno. "El Celta tenía las líneas muy juntas, sabía recuperar el balón y aunque no llegaba mucho a nuestro área, sí lo hacía con mucho peligro".

"No tenemos acierto de cara al gol. Pero al menos hay que intentar empatar los partidos", explica. "Mirar la tabla de posiciones (el Villarreal es colista) nos tiene que dar vergüenza, sensación de impotencia y una autocrítica muy fuerte".