Los bateeiros gallegos crearán arena para gatos con la concha del mejillón
Opmega impulsa con Ecocelta la construcción de una planta para valorizar las valvas del molusco, que solo en 2023 ascendieron a 7.600 toneladas
Se situará en Ponteareas

Vista del puente de Rande y bateas en la ría de Vigo. / Marta G. Brea
Bruselas se hizo eco hace solo unas semanas de la última iniciativa que el sector mejillonero francés está impulsando en la costa de Bretaña para convertir los mejillones que no alcanzan la talla comercial en energía renovable. Un proyecto liderado por el grupo de productores Cultimer que busca revalorizar entre 6.000 y 12.000 toneladas anuales que antes se devolvían al mar o se dejaban pudrir, en torno a un 20% de la cosecha, a través de una unidad móvil que procesa in situ el subproducto: triturándolo mediante un proceso patentado de autofermentación en el que se separa la carne y la concha. La primera se hidroliza, se higieniza y se envía a un metanizador para producir biogás y biometano, que se inyecta en la red de GRDF —Gaz Réseau Distribution France, el principal operador de la red de distribución de gas natural del país vecino—. Con la segunda se nutren los suelos agrícolas, aprovechándola como enmienda cálcica.
El ejemplo galo ilustra a la perfección cómo los pescadores y bateeiros contribuyen con sus acciones a fomentar la economía circular en la Unión Europea, pero no hay que irse tan lejos para encontrar referentes cercanos. La Organización de Productores Mejilloneros de Galicia (Opmega) ha llevado a cabo diferentes actuaciones encaminadas a reforzar la sostenibilidad de la actividad, tanto para asegurar el reclutamiento de la semilla del bivalvo con el apoyo de la ciencia, por ejemplo, como para reducir su huella de carbono, a través de una nueva línea de procesado o envases más eficientes. Y el siguiente gran paso que dará en este sentido será construir una planta para valorizar las valvas del molusco, con el objetivo de transformar y presentar esta materia en el mercado como arena para gatos.
La fábrica pretende dar una segunda vida a la ingente cantidad de conchas que generan los productores de la asociación, cuyo peso rondó las 7.600 toneladas en 2023 —supone en torno a un tercio del producto— y representó un coste de más de 50.000 euros entre su recogida y tratamiento. La entidad licitó este verano la asistencia técnica para realizar el proyecto, que prevé impulsar con la compañía Ecocelta —especializada en lombricultura y la producción de abonos y sustratos ecológicos— en unos terrenos que la empresa posee en el concello pontevedrés de Ponteareas. Unas instalaciones que se sumarán al centro de elaboración de mejillón que la agrupación opera en Boiro (A Coruña), con capacidad para cocer y transformar 30.000 toneladas anuales.
«Quen non se adapta queda atrás»
«A innovación é, sen dúbida, o camiño que nos permite mirar ao futuro con confianza. No noso sector, quen non se adapta queda atrás, e en Opmega temos moi claro que avanzar pasa por unir tradición e ciencia», evidencia en declaraciones a FARO el presidente de la organización, Ricardo Herbón, para quien innovar «é seguir sendo fieis ao espírito do mexillón galego». «Traballamos para que cada proxecto sexa unha oportunidade real de progreso. Non falamos só de tecnoloxía, senón dunha maneira de entender o mar: con respecto, con coñecemento e pensando nas novas xeracións de bateeiros», subraya asimismo.
Galicia es una de las regiones donde más mejillón se produce a nivel mundial y de ahí la importancia de reciclar sus desechos, en beneficio del medioambiente pero también para la economía local si se hace bien. La iniciativa de la planta se enmarca en la estrategia de ventas de la entidad gallega y más concretamente en la búsqueda de nuevas fórmulas para mejorar las condiciones de la comercialización de los productos acuícolas, aprovechando y transformando los residuos que genera el sector en productos de valor añadido.
Opmega también ha presentado los resultados de una auditoría independiente de Bureau Veritas que reconoce la contribución del cultivo de mejillón a la fijación de carbono, avanzando en la cuantificación de su huella. Y de igual manera ha promovido medidas adaptativas en las bateas por el cambio climático, ampliando este año hasta el 30 de noviembre el periodo apto para instalar cuerdas colectoras de mejilla, muy escasa.
Suscríbete para seguir leyendo
- Marisco de Canadá, Portugal y Marruecos devuelve el producto gallego de la lonja al mar: «Hay gente que lo vende como si fuese de aquí»
- Muere Amaya, la mujer del ingeniero vigués que hace cuatro meses hizo un llamamiento desesperado para salvarle la vida
- La borrasca Claudia pone a Galicia en alerta por riesgo de inundaciones, fuertes vientos y mala mar
- Homicidio en la estación de autobuses de Vigo: «Llama a la Policía que mataron a Roberto, está lleno de sangre»
- Pide ayuda para encontrar un sobre con dinero que perdió en Cambados
- Las cofradías retiran lotes de almeja de las lonjas por la caída de precios
- Las gallinas de los corrales de 40 concellos de Galicia, confinadas para frenar la gripe aviar
- Cortan 600 olivos plantados hace cinco años en dos fincas del Pazo de Cascaxide