El «Radoche Tercero» se hunde tras el rescate de noche de sus 12 marineros
El arrastrero no aguantó la vía de agua sufrida en la sala de máquinas que obligó a los tripulantes, 9 de ellos españoles, a saltar a las balsas
El «Puenteareas Uno» los auxilió y ya se encuentran todos en el muelle de Castletownbere

Cedido

El arrastrero gallego Radoche Tercero no logró resistir la vía de agua que sufrió esta madrugada cuando faenaba en aguas de Gran Sol, al suroeste de Irlanda. El buque de Celeiro se fue al fondo del mar horas después del rescate de los doce tripulantes, que saltaron a las balsas salvavidas sobre las 6.00 horas ante la imposibilidad de contener el agua que entraba por la sala de máquinas.
De auxiliarlos se encargó otro arrastrero gallego, el Puenteareas Uno, que ya los ha llevado al muelle irlandés de Castletownbere, habitual puerto de los barcos gallegos que operan en la zona.
El gransolero con base en la localidad lucense (de donde también es la armadora) y bandera francesa es una unidad construida en A Coruña en el año 2001 y contaba con 34,2 metros de eslora. Faenaba concretamente a 55 millas al suroeste de Dursey Head, en el condado de Cork, cuando los marineros (9 de ellos de nacional española) detectaron una vía de agua que no pudieron controlar. Tras dar la señal de alarma (mayday), saltaron a las balsas salvavidas en medio de la noche a la espera de que algún buque los pudiera rescatar.

Rescatan a nueve españoles del arrastrero gallego 'Radoche Tercero' antes de hundirse /
La emergencia fue coordinada por la Guardia Costera Irlandesa del Centro de Coordinación de Rescates Marítimos de Valentia, con apoyo de Salvamento Marítimo, que dieron aviso a los barcos que trabajaban por la zona y movilizaron un helicóptero, un avión y dos barcos de rescate de las localidades de Castletownbere y Baltimore. El Puenteareas Uno, buque que fue vigués hasta poco antes de la pandemia (cuando fue vendido a un armador de la zona de Boiro), se presentó para auxiliarlos y transportarlos a tierra, a donde llegaron sobre las 17.00 horas. «Los tripulantes fueron rescatados sanos y salvos y no necesitaron atención médica», dijeron los guardacostas.
Se da la casualidad de que solo unos días antes el Puenteareas Uno había sido apresado por las autoridades irlandesas tras haber detectado que no cumplió con la norma que prohíbe los descartes pesqueros, pese a que la armadora aseguraba que no fue ni un kilo, como defendió el patrón, y que no había sido a propósito. Pagó 130.000 euros de fianza para poder volver al caladero. Y lo hizo para un rescate crucial.
Según las fuentes consultadas, el Radoche Tercero iba arrastrando en buenas condiciones meteorológicas y tras el abandono por la vía de agua se quedó fondeado. Las autoridades irlandesas no permitieron el remolque del barco, añadieron las mismas fuentes, y tampoco se envió un remolcador. A preguntas de este medio, fuentes oficiales de los Guarda Costas de Irlanda confirmaron a las 16.30 horas que el barco finalmente había naufragado.
Tanto el Radoche Tercero como el Puenteareas Uno son habituales del puerto de Vigo, donde suelen descargan sus capturas. De hecho, el buque naufragado tenía previsto vender sus capturas en la ciudad olívica hoy, ya que habían sido enviadas por camión refrigerado.
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