«Bateas 4.0» por el futuro del mejillón

El Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) publicó recientemente un estudio sobre una «grave tendencia que se está consolidando» en el mejillón gallego. Publicado en la revista especializada Aquaculture y recogido por FARO, el informe describe la merma de la producción, que en 2024 se hundió un 21% hasta las 145.000 toneladas, el peor dato en 20 años. Para intentar revertir la situación, la Consellería do Mar tira de ciencia y, sobre todo, tecnología. Tras la exitosa participación en el proyecto europeo Transformar, la Xunta ha encargado al Centro Tecnolóxico do Mar (Cetmar) la realización de una iniciativa para el «apoyo a la mejora de la información disponible sobre la dinámica del cultivo de mejillón». Es decir, controlar variables medioambientales y del proceso de engorde. «Se hace para disponer e ir construyendo una base de datos de cómo crece el mejillón. También para que permita que, en caso de que algo ocurra, se disponga de ese conocimiento», explica Silvia Torres, coordinadora de la Unidad de Tecnologías Marinas en el centro situado en Bouzas y responsable del proyecto.

Bautizada de forma interna como Bateas, la iniciativa que pilotará el Cetmar supone una continuación del proyecto europeo que comenzó en 2022 y que, oficialmente, culmina en julio de este año. El objetivo era aplicar la innovación para demostrar soluciones y vías para la resiliencia climática y social. Entre los demostradores realizados, uno fue en una batea de la Ría de Arousa. «Empezamos a desarrollar una solución tecnológica que monitoriza directamente en las bateas variables meteorológicas», comenta Torres, «ahora este encargo da continuidad a esos trabajos».

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En aquel caso, los responsables trabajaron de la mano con bateeiros y se desarrolló una solución basada en la tecnología, se identificó los equipos, se integró y se comprobó que era robusta. Así se consiguió un prototipo que se basó en la monitorización de una batea capaz de medir diferentes variables medioambientales (como la temperatura o la salinidad) y se colocaron celdas de carga para ver cómo variaba y crecía el mejillón en las cuerdas.

Optimizada

Desde el departamento que dirige Alfonso Villares se busca esa «mejora» de los datos disponibles y, para ello, se realizará una «recogida de información ambiental y de producción del sector mejillonero en las rías gallegas» mediante la aplicación del prototipo de Transformar. «Ahora se utilizará una nueva versión optimizada en la misma batea», comenta Silvia Torres, que informa que también se va a recoger las pesadas de las cuerdas en esa y en otra batea exterior, por fuera de la zona de la Illa de Arousa.

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Con ello, la Consellería podrá disponer de esa «base de datos» que menciona Torres, lo que permitirá conocer mejor las rías y este recurso clave. Así se podrá ir construyendo una serie histórica, en la que además de esas variables se podrán «coordinar trabajos que se hacen desde otros organismos y desde los propios mejilloneros». «Si no tienes esos registros constantes no puedes saberlo», resume la experta.

Esta iniciativa para crear una especie de batea 4.0 no se quedará solo en datos para las autoridades, ya que Cetmar prevé crear un visor que permita la consulta. «Haremos el esfuerzo para desarrollarlo», afirma la responsable de la Unidad de Tecnologías Marinas del Cetmar.

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