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La crisis del mejillón lleva a Mar a ampliar otra vez la capacidad de las bateas

La Xunta atiende al sector y permitirá a cada estructura pasar de 100 a 150 cuerdas de recolección de cría, escasa por el cambio climático y los ciclos productivos más cortos

Un joven bucea entre las cuerdas de una batea en la ría de Pontevedra.

Un joven bucea entre las cuerdas de una batea en la ría de Pontevedra. / A. Otero

Vigo

Comprender y adecuar las posibilidades de una especie a su ciclo productivo es indispensable en el sector primario, ya sea un cerdo o una lechuga. En el caso del mejillón ocurre lo mismo: cuanto más tiempo dure el ciclo, más grande será; cuanto menos transcurra, será más pequeño y antes se podrá vender, pero también antes se necesitará nueva semilla. La demanda de mejillón de talla pequeña para el consumo en fresco ha aumentado, a lo que se suma la importante parte de producto de menor tamaño que sigue yendo a parar a la industria conservera. Muchos bateeiros optimizan así mucho mejor sus producciones, optando por un modelo más cortoplacista que responde bien al cambio en las tendencias de consumo, pero el problema está precisamente en la mejilla. Sin ella es imposible reiniciar el ciclo. La cría de mejillón lleva años copando titulares por su escasez, agravada por el calentamiento global: «Las alteraciones motivadas por el cambio climático en las condiciones oceanográficas y ambientales provocan que cada vez sean más frecuentes los desprendimientos de mejillón y la escasez de semilla en las rocas en la época hábil de recogida».

Así se plasma en la última resolución que acaba de publicar la Dirección Xeral de Pesca, Acuicultura e Innovación Tecnolóxica, que ha vuelto a autorizar de forma excepcional este año poder ampliar de 100 a 150 las cuerdas recolectoras de cría por batea, dando respuesta así a la petición remitida por la Federación de Asociacións de Mexilloeiros (Femex) el pasado mes de febrero.

Después de recibir esta y solicitar un informe a la Comisión do Mexillón que resultó ser favorable, además de registrar las solicitudes posteriores de las asociaciones de «A Bensa», «A´Marxa», Asmecruz, Arousa Norte, Illa de Arousa, Opmega y Ría Nosa de Moaña, el departamento de la Consellería do Mar ha acordado permitir que se incremente de nuevo un 50% la capacidad de recolección de mejilla de las infraestructuras asentadas en todos los polígonos de Galicia, las 3.337 bateas. Una medida que ya había adoptado estos últimos años por la crisis del gremio.

De este modo, cada batea podrá contar con 50 cuerdas recolectoras extra, más de 166.000 en total, hasta el 30 de septiembre. Deberán dejar libre uno de sus extremos e identificarse claramente con una marca de color rojo intenso en su parte superior, que tendrá una longitud mínima de 30 centímetros para diferenciarse de las cuerdas de engorde. Los bateeiros deberán realizar una comunicación previa de la ampliación.

Un joven bucea entre las cuerdas de una batea en la ría de Pontevedra.

Un joven bucea entre las cuerdas de una batea en la ría de Pontevedra. / A. Otero

La Xunta de Galicia también volverá a permitir adelantar el periodo de recolección, toda vez que los informes de recuentos larvarios realizados junto al laboratorio de inmunología (Cinbio) de la Universidade de Vigo y el Centro de Investigacións Mariñas (Cima) certifican que en las últimas semanas se ha producido un bum de larvas. «Esta situación aconseja la colocación anticipada de las cuerdas colectoras para aprovechar los previsibles picos de fijación», destaca el Gobierno gallego en la resolución. Lo habitual es que se empezara en abril.

La comunidad ha registrado en solo cuatro años un recorte de más del 30% en la producción del mejillón. Las últimas cifras consolidados, de 2023, muestran que el molusco se situó en su mínimo histórico de la última década, con 178.065 toneladas, a la par que las importaciones de mejillón exterior (casi todo chileno, el 99% de las 16.891 toneladas compradas) se situaron en cifras récord.

Para combatir esta situación, Femex también solicitó aumentar la longitud de las cuerdas recolectoras, de los cinco metros actuales a 12, pero Mar rechaza por ahora esta opción ya que los estudios más actualizados apuntan que «la fijación de las larvas de mejillón ocurre con mayor intensidad en los primeros metros de la columna de agua». «No tenemos datos recientes ni los solicitantes aportan información que aconseje incrementar esa longitud», apunta. Aun así ya ha encargado al Centro Tecnolóxico do Mar (Cetmar) un estudio experimental con cuerdas de 12 metros en las rías de Arousa y Muros y Noia para obtener más información.

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