«Nos dirigimos a una digitalización total de los sistemas de control pesquero»

Con su sede en Vigo, la Agencia Europea de Control de la Pesca recibe siete millones de posiciones de barcos al día y se prepara para que sean más: un «tsunami de información» que quiere analizar con la mejor tecnología. Sistemas aparte, el conocimiento del inspector y su profesionalidad son indispensables.

Sven Tahon, responsable de nuevas tecnologías para la vigilancia marítima de la EFCA, en la sede de la agencia en Vigo.

Sven Tahon, responsable de nuevas tecnologías para la vigilancia marítima de la EFCA, en la sede de la agencia en Vigo. / Alba Villar

Sven Tahon ha dedicado su vida a mejorar el seguimiento y la vigilancia de la pesca. Primero como inspector nacional en Bélgica, hace más de 30 años, para después dar el salto a la Dirección General de Asuntos Marítimos y Pesca de la Comisión Europea, donde trabajó entre 2001 y 2006. Fue tras esta etapa en Bruselas cuando se sumó al equipo de la Agencia Europea de Control de la Pesca (EFCA) en Vigo; él es el responsable de la aplicación e integración de las nuevas tecnologías que el organismo emplea para monitorizar la actividad pesquera y, sin duda, uno de los profesionales más aptos para entender cómo han evolucionado estos sistemas. Desde el «prueba y error» y la «oscuridad» de los pasados años 90, de los que recuerda cómo esperaba en el puerto a que llegasen los barcos y cómo los datos llegaban a cuentagotas, hasta el presente, marcado por «un tsunami de información» que ha obligado a los controladores a someterse a una reinvención continua.

«Puedes tener mucha información, mucha tecnología, pero al final es la profesionalidad y el conocimiento del inspector lo que importa», remarca Tahon durante una entrevista realizada con FARO en la sede de la agencia, donde trabajan diariamente un centenar de especialistas —de ellos 17 coordinadores y cinco destacados nacionales—. Comenta cómo cuando empezó tan siquiera existían los VMS (Sistema de Monitoreo de Embarcaciones) y lo sorprendente que fue ver la conexión del primer dispositivo a un buque y cómo acto seguido entraba la primera señal. «Antes no había información en vivo. Fui testigo de toda esta evolución, de la nada hasta ahora», asegura. «Hoy recibimos siete millones de posiciones al día».

Todos los datos que una tecnología produce tienen que ser correctos y tratados de la mejor forma para que la actividad de control pesquero sea eficiente. Una de las funciones que actualmente corre a cargo de la EFCA es analizar qué sistemas son útiles para los inspectores a la hora de armonizar su vigilancia en todas las aguas —no solo las europeas—, así como el coste-beneficio de estas herramientas: «Vamos a una digitalización total de los sistemas de control. Ahora tenemos muchos datos y vamos a tener más, y por eso necesitamos sistemas aptos para trabajar con toda esta información», manifiesta Tahon. En este sentido trabajan para formar e informar a los Estados miembros de la Unión Europea de todos los mecanismos que tienen a su disposición. «Al final no deja de haber un mercado y la industria tecnológica quiere vender. Nuestra misión es ver qué tecnologías son las más adecuadas y estudiar cómo podemos introducirlas en el mar».

Certificación como referente

Como hito, explica Tahon, la Agencia Europea de Control de la Pesca fue reconocida en 2024 como «agencia clave para la utilización de tecnologías de control pesquero». «Todas las industrias que quieren desarrollar nuevas tecnologías focalizadas en el control marítimo y el control pesquero nos contactan», apunta. En concreto, la Comisión Europea nombró a la agencia como Requesting Party for the Copernicus support EU External and Security Actions (SESA) Service para la comunidad de control pesquero. Bajo el programa Copernicus, por ejemplo, y también en permanente colaboración con la Agencia Europea de Seguridad Marítima (EMSA), la Agencia Espacial Europea (ESA) y el Centro de Satélites de la Unión Europea (Satcen), el organismo exprimió el pasado ejercicio al máximo el control marítimo vía satelital con más de 1.400 imágenes tomadas por encargo de los Veintisiete.

 «Con estos sistemas podemos ver los barcos de todo el mundo, pero necesitan trabajo: programar los satélites, recursos para hacer el análisis de imágenes…», explica Tahon. Ahí es donde entra en juego la inteligencia artificial, que ya están implementando para realizar el análisis de las instantáneas que capturan desde el espacio y así agilizar la detección de los pesqueros. Aun así, el responsable de nuevas tecnologías para la vigilancia marítima de la EFCA insiste en que lo más importante es el equipo humano, su experiencia y habilidad en el día a día del trabajo. «La IA nunca va a estar al mismo nivel que los inspectores de pesca ni los va a sustituir. Solo va a ayudarnos a ver los árboles que buscamos en el gran bosque que es el océano».

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