La pesca en Vigo también habla wólof

La barrera del idioma dificulta la integración de los migrantes, tanto a nivel social como laboral. En la pesca, muchos senegaleses que conocen bien el sector no saben cómo llegar a él o qué necesitan. ARVI, en cooperación con varias ONGs, acercó la realidad del sector a un grupo de ellos y lo hizo en su lengua, el wólof.

Formación pesquera para marineros africanos.

Formación pesquera para marineros africanos. / José Lores

Adrián Amoedo

Adrián Amoedo

Llegar a un país nuevo para buscarse la vida nunca es fácil. Menos aun cuando, a pesar de tener la experiencia suficiente en un sector determinado, no eres capaz de dar los primeros pasos necesarios porque no sabes por dónde empezar o por la barrera que puede suponer el idioma. Le pasa a decenas de marineros migrantes, que buscan labrarse un futuro en el sector pesquero, tan necesitado de mano de obra por el escaso relevo generacional que incluso obliga a los barcos a tener que parar por no poder completar sus tripulaciones. Para aportar su granito de arena, la Cooperativa de Armadores de Vigo (ARVI) celebró una jornada en la que tres marineros senegaleses trasladaron a sus compatriotas, en su idioma, todo lo necesario para adentrarse en la industria.

De los 1.711 extranjeros afiliados al régimen especial del mar (REM) en Galicia a cierre de noviembre (últimos datos disponibles), la principal nacionalidad es la senegalesa. Son, en total, 369 personas, la mayoría tripulantes de barcos de altura, gran altura o de bajura, que superan con creces a los portugueses (175), peruanos (112) o marroquíes (104).

Mamadou Diakhate, Automane Samb y Abdou Aziz Sembene son tres de ellos y, en su caso, son tripulantes de las flotas de altura y bajura de ARVI. Aprovechando su buena experiencia y su conocimiento del español y el wólof, lengua hablada en Senegal y Gambia, se unieron a la responsable de formación de la cooperativa, Rosa Meijide, para explicar a un buen número de compatriotas los requisitos para embarcar en un buque pesquero.

Al encuentro, realizado el pasado mes, acudieron más de medio centenar de personas que fundamentalmente utilizaban la lengua wólof, aunque no todos. Muchos vinieron acompañados con representantes de Accem, Diversidades Acolle, Provivienda, Cruz Roja, Cáritas y Stella Maris. «La experiencia resultó muy positiva», estima Meijide, que recuerda que desde ARVI llevaban «algún tiempo» queriendo hacer una actividad como esta. «Queríamos que les trasladasen de primera mano los requisitos obligatorios para el embarque y qué otras formaciones pueden ser útiles para su inserción laboral, cuáles podemos darles nosotros o dónde pueden obtener más información, así como consejos útiles para su integración en la vida social y pesquera», añade.

Lo principal, según explican desde la cooperativa, fue hacerles ver la importancia de todo aquello lo que tiene que ver con la formación, incidiendo en los cursos básica de seguridad, de marinero-pescador, el reconocimiento médico y el curso de higiene y manipulación de alimentos.

De los 1.711 extranjeros del REM en Galicia, la principal nacionalidad es la senegalesa, con 369

Además, Meijide y los tres marineros aprovecharon para informarles sobre cómo hacer un curriculum vitae (CV) básico para poder acercarse a las empresas, con aquello «que es imprescindible y lo que es recomendable destacar». Tras ello se realizó una especie de networking en el que, entre ellos, pudieron seguir comentando cuestiones de formación e inserción laboral, lo que también sirvió para tejer redes entre los participantes y compartir vivencias tan lejos de su tierra natal.

Para la responsable de formación de ARVI estas jornadas pueden servir de mucha ayuda a los migrantes que quieren ganarse la vida en la pesca. «Nos parece además que esta iniciativa podría trasladarse a otros sectores económicos», resalta.

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