«Santo do Mar», otro menos en el frente

El Santo do Mar fue construido en el año 2004 por el desaparecido astillero MCíes para la armadora Derime Pesquera. Presentaba entonces cerca de 40 metros de eslora, 200 metros cúbicos de volumen de bodega y capacidad para 21 tripulantes, aunque sería alargado después en 10 metros para sumar un arqueo bruto de 600 GT. Concebido para faenar cefalópodos en aguas de Mauritania al amparo del acuerdo bilateral con la Unión Europea, fue uno de los buques afectados por la expulsión de esta flota de la pesquería, en el año 2012. Grupo Nores fue, entonces, la compañía más golpeada.

Con matrícula de Gran Canaria aunque de capital gallego —buena parte de su operativa se realiza en Marín—, el Santo do Mar está listo ya para abandonar la bandera española porque, como tantos otros pesqueros, buscará mayor rentabilidad en otro país. Se exilia a Sudáfrica, como han confirmado fuentes del sector a este periódico. A día de hoy las embarcaciones de grupos gallegos que faenan cefalópodos en Mauritania lo hacen a través de empresas mixtas o con alianzas locales, opciones por las que han optado corporaciones como Pescapuerta o Pereira, que experimentó Iberconsa o en la que es referente la también viguesa Baipesca.