¿Qué hay tras la caída del consumo de pescado?

El alza del precio influye, pero el problema también obedece a un cambio de hábitos de alimentación que afecta más a jóvenes, hogares unipersonales y pequeños municipios

Conxemar, Anfaco y Aecoc urgen IVA a cero, promoción y concienciación

Productos del mar, pescado y marisco, expuestos en el mostrador de una pescadería gallega.

Productos del mar, pescado y marisco, expuestos en el mostrador de una pescadería gallega. / Bernabé /Javier Lalín

No frena la caída del consumo de pescado pese a los esfuerzos que el sector ha hecho y todo apunta a que 2024 concluirá con un nuevo bajón que consolidará esta tendencia por décimo año consecutivo. ¿Pero qué hay tras esta disminución? Sin duda es una cuestión de precios a ojos de las principales asociaciones de la cadena de valor mar-industria del país —especialmente estos últimos ejercicios, marcados por la inflación—, aunque también dejan claro que el recorte obedece a un cambio de las dinámicas del mercado y a la evolución de las preferencias de la población a nivel mundial.

Se trata de un problema multifactorial y así lo prueban los últimos datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. En España, la ingesta de productos del mar cayó en 2023 con más fuerza en los hogares situados en municipios pequeños (un 7,6% en los de menos de 2.000 habitantes frente al 2,9% de los de más de 500.000); en las viviendas unipersonales (más de un 5% en comparación al 1,7% de las compuestas por cuatro o más personas); y en los jóvenes independientes y las parejas jóvenes sin hijos (un 6,3% y un 7,6% frente al mínimo ascenso del 0,1% en los hogares monoparentales y la reducción del 1,8% en las parejas con hijos pequeños). Tener cerca de casa una pescadería con buen producto o acceso a comprar fresco y congelado de calidad influye, como también lo hace preocuparse por la salud y la dieta de los familiares a cargo, sobre todo si son menores, y evidentemente el poder adquisitivo. En los hogares de rentas medias-bajas el consumo de pescado cayó un 5,2% el pasado año, en aquellos con rentas altas se incrementó un 1,4%.

Según recoge el último informe The EU Fish Market que acaba de publicar el Observatorio Europeo del Mercado de los Productos de la Pesca y de la Acuicultura (Eumofa), toda Europa está afectada de lleno por la merma. Sin embargo, eso sí, se incrementa el gasto un 6%: más de 62.000 millones de euros, de ellos casi la mitad destinados a la pesca de terceros países. España, en el top 3 de gasto per cápita, un 5% más que el año anterior por el alza de los precios, solo suma 239 euros: menos de 20 euros al mes, de media, que ilustran cómo está la situación en el resto del bloque.

«Este descenso del consumo es verdaderamente preocupante porque pocos productos son tan saludables y esenciales en el marco de una dieta variada, sana y equilibrada como los productos del mar», señala Àngels Segura, responsable de productos del mar de Aecoc, incidiendo en la necesidad de trabajar en «una estrategia de comunicación que ponga en valor al conjunto del sector». También se pronuncia en este sentido Eloy García, presidente de Conxemar, recordando que solo se nota un aumento de consumo en aquellos pescados que tienen campañas de promoción potentes como el bacalao y el salmón noruegos, ya que reciben apoyo gubernamental en su país.

«Pedimos una promoción del consumo de pescado por dos vías: una por la promoción y otra por la bajada del IVA. Somos el cuarto país europeo más caro de los Veintisiete. Tenemos ejemplos de países con IVA cero y nosotros tenemos un 10% que perjudica el consumo de pescado con respecto a otros productos, haciendo una fiscalidad insana que promociona el consumo de productos cuya ingesta no está recomendada por la OMS, de la menos tres veces a la semana como el pescado», subraya asimismo.

De igual forma lo pide Roberto Alonso, secretario general de Anfaco-Cecopesca, dejando claro que la inflación ha tenido «un impacto significativo» en los niveles de consumo del pescado. A ello suma que «los cambios en los hábitos de alimentación también han influido en la preferencia por alimentos que requieren menos tiempo de preparación», y de la misma manera el auge de las dietas vegetarianas, veganas y flexitarianas. «Toda esta combinación de factores económicos y cambios en las prioridades de consumo está reduciendo la demanda de productos pesqueros», manifiesta, asegurando que es fundamental «trabajar para sensibilizar y concienciar al consumidor».

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