La pesca gallega salva el gran órdago de Milei con cuotas de merluza hasta el año 2039

El Consejo Federal Pesquero aprueba la renovación de los cupos con los mismos baremos que los aplicados para la merluza negra

Allana la construcción de dos buques

La pesca gallega salva el gran órdago de Milei con cuotas de merluza hasta el año 2039

La pesca gallega salva el gran órdago de Milei con cuotas de merluza hasta el año 2039

Lara Graña

Lara Graña

Un mismo tablero en Argentina puede servir para jugar al ajedrez, al quién es quién o al escondite. Las variables son tan poco consistentes, a veces, que el concepto «seguridad jurídica» se antoja una ideación más del inigualable realismo mágico que a un escenario factible. Porque, en el transcurso del último año, la flota pesquera ha pasado de verse sometida a la amenaza de una puja universal de derechos de pesca —incluso a costa de abrir las aguas nacionales a la depredadora flota asiática y sometiendo a cupos al langostino— a implorar una renovación temporal de los permisos como mal menor. De un lado estaba la presión del sector más ultraliberal del equipo de Javier Milei, comandado por el ministro Federico Adolfo Sturzenegger, que acusaba a las armadoras de una contribución raquítica a la riqueza nacional para justificar la macrosubasta; de otro, el sector en pleno, aliado con las provincias costeras, responsable de ser la octava actividad más exportadora del país, generadora neta de divisas y mejor empleadora en cuanto a sueldos, solo superada por las energéticas. Hacía falta un ejercicio didáctico colosal porque los argentinos consumen tan poco pescado que desconocen la realidad de la pesca extractiva. Y se hizo. Y sirvió.

El Consejo Federal Pesquero (CFP), que preside el subsecretario de Pesca —equivalente a un ministro— Juan Antonio López Cazorla, aprobó ayer no solo el mejor de los acuerdos posibles, sino uno que el sector ya había dado en ocasiones por perdido. Al igual que hizo en septiembre con la merluza negra, merluza de cola y polaca, el Gobierno argentino ha decidido finalmente renovar por 15 años el régimen de Cuotas Individuales Transferibles de Captura (CITC) de la merluza común o hubbsi. De modo que la flota, incluida la copiosa de capital gallego, ha despejado su futuro hasta el año 2039, acorde con los preceptos de la Ley Federal de Pesca 24.922. Y hay un grupo singularmente destacado en esta decisión: Iberconsa, líder mundial en merluza congelada a bordo y que dispone con sus buques de cerca del 15% (el límite) de las CITC. Solimeno y Moscuzza, ambas de capital local, son las siguientes en el ranking, si bien la filial Argenova (Nueva Pescanova) también se jugaba muchos enteros con esta decisión. La de Argentina es, además, la filial extranjera más rentable del grupo que dirige Jorge Escudero.

MERLUZA COMÚN (Merluccius hubbsi)

MERLUZA COMÚN (Merluccius hubbsi)

Porque en la asignación de cuotas de merluza negra (toothfish), apreciadísima en el mercado norteamericano, también la subsidiaria de Pescanova pudo renovar sus cupos para tres barcos; una participada de Profand hizo lo propio para el pesquero Echizen Maru. En todo caso, por más que la merluza negra sea la especie mejor pagada, la que mayor volumen mueve es la hubbsi. En el año 2023 se descargaron en puertos de Argentina poco menos de 300.000 toneladas de merluza común (297.345 toneladas), de acuerdo a los datos de la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca, correspondientes al trabajo tanto de los buques congeladores como fresqueros.

En el caladero de Argentina hay especies que se faenan como pesca olímpica: aquí no hay topes para cada barco, que sí tiene que ser autorizado para explotar este recurso por el CFP. Se fijan unas características para las embarcaciones –hay un tope de 40 metros de eslora, por ejemplo, para los tangoneros (del langostino)– y periodos para la pesca, pero sin cuotas. Con la merluza hubbsi, negra o polaca sí hay cuotificación, fijada al amparo de la ley federal que Milei amagó con laminar en noviembre del año pasado. Al menos dos proyectos de nueva construcción de pesqueros de capital gallego —un palangrero de profundidad y un arrastrero congelador— estaban pendientes de conocer la decisión de las autoridades del país, con lo que ahora han despejado al completo su viabilidad. Se prevé que ambos se contraten en astilleros españoles.

Suscríbete para seguir leyendo

Tracking Pixel Contents