«Hay peticiones de desguace, pero no nos podemos permitir tirar la toalla»

Alfonso Villares lleva año y medio como conselleiro do Mar. En este tiempo no son pocos los problemas que han tenido la pesca y el marisquero gallegos e incluso le ha tocado la salida del comisario europeo del ramo, Virginijus Sinkevičius, cuya gestión fue muy criticada. En esta primera entrevista con FARO opina sobre las problemáticas del sector y el nuevo horizonte que se dibuja con la llegada de Costas Kadis como comisario, con el que se reunió esta semana.

— ¿Cómo ha sido esa primera reunión con Kadis?

— Es una persona que aún no es comisario, ya que hasta ahora no está nombrado. Lo que importaba es que conociera a los representantes de la región de Europa más importante en el sector pesquero, que nos ponga cara y hablarle de nuestra comunidad. También le dijimos que nos gustaría que fuese el primer lugar que visitara para trasladarle la importancia que tiene, que no es lo mismo verlo que te lo cuenten.

— ¿Le arrancó algún compromiso?

— Creo que no era necesario. Las líneas que tiene la Consellería son claras. La importancia medioambiental, económica y social es fundamental, pero las tres por igual. No puede haber un desequilibrio tan grande como hubo en el mandato anterior, en el que los aspectos socioeconómicos estuvieron muy por debajo de su valor a la hora de tomar decisiones.

— Como ejemplo están las vedas a la pesca de fondo, ¿cómo espera que se resuelvan las demandas?

— Estuvimos en el juicio y vimos cómo se desarrollaba. Acompañamos a los productores de Burela, que fueron quiénes capitalizaron la defensa, ya que nosotros somos parte coadyuvante. Tenemos esperanzas de que se revierta, de que ese veto quede en nada. Siempre planteamos que se hizo de forma arbitraria, sin tener en cuenta aspectos socioeconómicos y teniendo en cuenta muy por encima los técnicos.

— ¿Ve factible convencer a Kadis para evitar que se amplíe esa persecución al arrastre?

— Europa tiene que ver las decisiones que toma en un cómputo global. A veces queremos ser demasiado ejemplo delante del resto del mundo, cuando según el informe Sofia de la FAO el 75% de la pesca en Asia. Que queramos ser ejemplo cuando somos una mínima parte de algo, que las decisiones que tomamos de poco van a valer si los grandes productos no la toman… Por otro lado, está la soberanía alimentaria y Europa tiene que ser capaz de producir alimentos, porque si no llegará un momento en que tengamos que depender de fuera para comer y vendrá pescado como sea, de donde sea, pescado como sea y sanitariamente como les dé la gana.

— Al menos atrás queda Sinkevicius…

— Por lo que vi, no le interesaban para nada los temas de pesca. Somos muchos los que pensamos lo mismo, no le importaba nada y por lo tanto tampoco aquellos que vivían de este sector en las distintas regiones de Europa. Le faltaba ese aspecto humanitario que hay que tener cuando tomamos decisiones en cualquier ámbito. Ni escuchaba, le daba igual, lo que demuestra poco respeto por las personas y los territorios. Quiero que el nuevo comisario venga para que conozca a las personas que trabajan en el mar y lo quieren; hay que escucharlos para hacerte una opinión.

— En este tiempo una de las principales problemáticas “en casa” está en el marisqueo. ¿La apuesta por el I+D es la solución?

— Estamos hablando con el sector, con sus representantes, e intentamos tener un diálogo fluido en el que nos plantean propuestas e intentamos buscar una solución. Prefiero escuchar y tomar decisiones en conjunto. Con los problemas que hubo este año tiene que entrar la ciencia, innovación, y ahí tenemos mucha potencia. Tiramos de ellos para que nos digan el camino y los representantes de las cofradías tienen que dar su opinión, porque es importante.

— El cerco lleva meses avisando de que están en problemas. ¿Tiene futuro esta flota?

— Creo que tenemos que trabajar más unidos, que es lo que acordamos en los últimos meses. Con el problema que hubo este verano nos reunimos y pedidos a Madrid un adelanto de cuotas, negociaciones con Portugal… Distintas posibilidades para que la flota no estuviera parada. Cuando fue el año pasado [la negociación de cuotas] nosotros ya nos quejamos de que había sido una mala negociación y a ver qué pasa esta vez. Partiendo de esta realidad, y poniéndonos en que sucede lo mismo que el año pasado, lo que hablamos con el sector es que lo que tenemos que hacer es estar todos comunicados, todas las asociaciones, para que esa cuota que tengamos la organicemos y diseñemos para gestionarla todo el año, estirarla, sacarle mayor rendimiento a la capacidad de pesca que se nos dé.

— Piden desguaces, desde Madrid se muestran en contra. ¿Cuál es su postura?

— Partimos de un nuevo mandato europeo y de que tenemos que hablar con el sector para organizarnos bien y maximizar esa cuota. Veremos qué pasa, pero creo que este año debe ponerse como referente. Esas peticiones están encima de la mesa, pero hay que ver si es posible remontar. Creo que Galicia no se puede permitir tirar la toalla, aunque a veces nos dé la sensación de que estamos muy solos. Tenemos que hacer lo posible para que el sector primario esté ahí y que siga pujante. Después cada empresa tendrá que hacer las cuentas, pero vamos a esforzarnos.

« A Sinkevicius le faltaba ese aspecto humanitario; no escuchaba»

— Misma postura que el ministro, Luis Planas.

— Yo en lo que no estoy de acuerdo con el Ministerio es en muchas cuestiones que les pedidos, como la bajada del IVA que pedimos desde hace tres años. Puede haber unas coincidencias, pero al final igual no coincidimos en otras que realmente van a mejorar el sector. Para Galicia es fundamental que el sector siga y no encontramos el calor que demandamos por parte del Ministerio. No lo siento, como en esas dos cuestiones simples, pero significativas. Unos dirán que el IVA lo subieron «unos», pero los que protestaban por esa subida ahora están en el momento de bajarlo, que además es muy distinto, porque la bajada del consumo es clarísima.

— Planas está convencido de que se pueden disponer fondos del Fempa para renovar flota. ¿Solo queda insistir?

— Hay que reclamar a la Comisión Europea, que es la que quiere capitanear, por ejemplo, la descarbonización. Nosotros pedimos que se haga con sentido común, lo que no se puede plantear es una serie de plazos para exigir a la gente del mar que los barcos tengan unas características sin que haya detrás una financiación.

— Otro gran problema es la falta de relevo generacional. ¿Qué planea para Galicia?

— El problema laboral no se puede limitar al mundo del mar, porque se escuchan en todos los sectores. Si hay problemas en tierra, imagina en el mar. Nosotros hacemos algo muy importante, porque tenemos cuatro centros de formación en Galicia de la que salieron más de 1.800 personas en los últimos 10 años y un 5% del presupuesto es para formación. Tenemos las herramientas para que la gente que quiera tenga esa alternativa. Hacemos todo lo posible.

— En los resúmenes anuales de la Ciaim normalmente se ve que no se tienen en cuenta sus recomendaciones de seguridad. ¿Cree que la pesca se toma en serio el cumplimiento de los riesgos laborales?

— Los índices de siniestrabilidad son los que son y el es cierto que los tiene más altos. Quiero entender que el sector se lo toma en serio y que eso es verdad. Esas desgracias se estudian, se ven las causas, que son diversas… Pero creo que la gente se lo toma en serio, todos aquellas que tienen la responsabilidad y vidas en sus manos. Hay excepciones, pero en general sí se toma en serio. Lo más importante es la vida, es la prioridad número uno, y hay que velar sí o sí por la vida de las personas.

— ¿Qué espera de las negociaciones de cuotas del próximo mes o son ya muy “descafeinadas” desde el Brexit?

— No, para nada. Europa tiene que vigilar a Reino Unido y a países como Noruega, Islandia o Islas Feroe, que están en muchas zonas del Atlántico, incluso en Gran Sol, y toman ellos la libertad de coger lo que les da la gana mientras nosotros repartimos lo que queda. Europa tiene que estar vigilante ante esas negociaciones y así lo pediremos. Después tenemos que ver cómo va a ser esta negociación, ya que cada pesquería tiene sus particularidades. El abadejo nos causó muchos problemas este año, la flota del cerco… Hay que ver cómo va a ser y evaluar capturas de 2024, hacer cuentas y hablar con el sector.

— ¿Qué va a pedir por Navidad para el sector pesquero de cara a 2025?

— Lo que pediría es que toda la gente del mar entendiéramos que estamos en el mismo barco, que es lo importante. Siempre habrá problemas, pero la Xunta está para que este sector funcione y si conseguimos estar unidos. Son tiempos difíciles en algunos de los sectores, pero con unión y trabajo vamos a intentar solventar cualquiera tempestad. La pesca, acuicultura y marisquero son fundamentales.

Suscríbete para seguir leyendo