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Un acto de fe por el palangre

El “Oceana Vaz” regresa renacido a la flota gallega en tiempos difíciles para el sector

El buque “Oceana Vaz”, la última incorporación del palangre gallego.

El buque “Oceana Vaz”, la última incorporación del palangre gallego. / FDV

Vigo

En tiempos complicados para el palangre gallego como los actuales, con los precios del pez espada a la baja por la caída del consumo, no son pocos los barcos que se plantean qué hacer con su futuro. En un presente marcado por la pérdida de rentabilidad de la flota, la necesidad de fuertes campañas que incentiven el mercado y con una veintena de palangreros gallegos en venta o a la espera de ayudas al desguace, apostar por este sector es un hoy más que nunca un auténtico acto de fe.

Un acto de fe como el camino que el portugués Luis Vaz ha decidido emprender “por ilusión” tras comprar una nueva embarcación que, bajo bandera española, faenará pronto en aguas próximas a Azores. En honor a su sobrina Oceana, de solo 18 meses, el Oceana Vaz rinde también homenaje al oficio que Luis hereda de su padre y de su abuelo. Y se suma al otro pesquero que en honor a este último ya llevaba trabajando años para la empresa familiar Pescarias Vaz: el Sempre Lagoal.

“Que Deus nos abençoe nesta nova aventura. Obrigado a todos pelo carinho”, escribió Luis en sus redes sociales estos días para dar cuenta de la noticia. De 31 años y natal de Vila Praia de Ancora (Caminha), explica en declaraciones a FARO que decidió apostar por adquirir este barco pese al momento “complicado” que vive el sector. Entre otras cosas “para incentivar a los jóvenes a que prueben suerte” y “para seguir mejorando las condiciones de los profesionales del mar”.

La pequeña Oceana junto 
al padre de Luis, dueño del “Oceana 
Vaz” y más familiares.   | // FDV

La pequeña Oceana junto al padre de Luis, dueño del “Oceana Vaz”, y más familiares. / FDV

En un gremio falto de relevo generacional, al joven armador luso no le ha costado encontrar a los 12 nuevos tripulantes que navegarán a bordo del Oceana Vaz cuando culmine su puesta a punto en el marinense Astilleros Placeres, encargado de ejecutar el proyecto de renovación diseñado por la firma viguesa de ingeniería naval F. Carceller. Se ha transformado por completo, contemplando en este remozado una nueva cubierta y un nuevo puente de gobierno, así como reformas en los espacios de acomodación, de la toldilla de popa o de la roda y las formas de proa. También se han renovado las bombas de achique, los túneles de congelación y se han instalado nuevos tanques de combustible, entre otras actuaciones. Y se ha pintado el casco de un vivo color azul cielo.

“Llevaba desde el año pasado buscando un nuevo barco más grande que el que ya teníamos. Cuando lo descubrí, le dije a mi padre ‘papá, hay un barco que tiene buena pinta’, pero de buena pinta no tenía nada porque al final tuvimos que hacerlo casi desde cero”, comenta entre risas Luis. Adquirir el antiguo Belma, construido por Armón y que se dio de alta en 1998 en el Registro General de la Flota Pesquera, le costó cerca de 460.000 euros. Pero la inversión total entre comprar y rejuvenecer el buque, después de todas las intervenciones que se han llevado a cabo, rondará los 2,5 millones.

El “Oceana Vaz”, antes 
“Belma”, en Armón.   | // FDV

El “Oceana Vaz”, antes “Belma”, en Armón. Fue alargado seis metros en 2002. / FDV

De 35 metros de eslora, algo más que los casi 26 de su ahora hermano Sempre Lagoal, el Oceana Vaz se integrará próximamente en la Organización de Palangreros Guardeses (Orpagu), a la cual pertenece la empresa Pescarias Vaz. Una vez concluyan sus obras –en estos momentos falta la parte eléctrica–, partirá directamente al Atlántico a pescar pez espada y después descargará en el puerto de Vigo, donde residirá.

“De momento hay cuotas, está apareciendo bastante pescado, pero un barco no solo vive de pez espada”, señala Luis con relación a la caída de los precios y a la situación de otras especies como la tintorera o el marrajo. El portugués, formado como patrón de altura en la Escola Oficial Náutico Pesqueira de Ferrol, espera que esta nueva adquisición le permita “incrementar la actividad y poder llegar más lejos”. “Tengo ganas de más”, destaca. Y el Oceana Vaz, tras casi dos años y medio parado en Ribeira, también.

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