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Bruselas licita la reforma de un pesquero para testar la descarbonización de la flota

Invierte 2,2 millones de euros para dotar a un buque con tecnologías alternativas | Pide mejoras de rendimiento energético, reducir las emisiones y disminuir el ruido submarino

Un trabajador de un astillero de las Rías Baixas trabajando en el casco de un pesquero

Un trabajador de un astillero de las Rías Baixas trabajando en el casco de un pesquero / Gustavo Santos

Adrián Amoedo

Adrián Amoedo

VIGO

La Comisión Europea está empeñada en que la flota pesquera comunitaria inicie ya su proceso de descarbonización. Poco importa que ni astilleros ni armadores crean que exista hoy una solución viable tanto económica como tecnológicamente. Tampoco que la propia limitación existente en la legislación para la renovación de los buques, que precisarán de un mayor tonelaje, siga siendo una losa que encorseta al sector. La maquinaria está en marcha y ahora ha dado un paso más. Bruselas ha lanzado una licitación para encontrar a una empresa que convierta un barco propulsado por un motor diésel en un “demostrador” equipado con “tecnologías de propulsión alternativas”, además de una serie de “soluciones energéticas innovadoras”. Para ello, destina 2,2 millones de euros.

La convocatoria está abierta hasta mediados de junio y la premisa que se marca la Comisión es la de crear un “proyecto piloto” que venga a demostrar que esa descarbonización es posible. Así, “debe demostrar la viabilidad de las tecnologías elegidas”, con unos test cuyos resultados puedan ser mostrados ante los armadores o inversores.

Para justificar esta inversión, el pliego recuerda que “la flota pesquera europea es responsable de la emisión anual de 4,3 millones de toneladas equivalentes de CO2”, cifra que está muy lejos de la que dejó en 2022 el transporte marítimo de las rutas desde y hacia los puertos de la UE o el Espacio económico Europeo, que ascendió a 85 millones de toneladas equivalentes de CO2. Buques, estos últimos, que no tienen limitaciones de espacio.

De igual forma, la licitación recuerda que la flota pesquera “depende en gran medida de los combustibles fósiles para sus operaciones” y que esto “reduce la sostenibilidad medioambiental de la pesca”, además de afectar a su rentabilidad al ser “vulnerables” a las subidas de precios de energía.

Así, Bruselas busca un consorcio formado por al menos dos empresas y de al menos dos Estados miembro que sea capaz de hacer la reconversión de cara a que se pueda “utilizar el buque como escaparate”. Una obra que se ejecutará en un barco de 12 metros de eslora o más y que, además de afectar a la propia propulsión, también lo hará en otros aspectos como el rendimiento energético, el recorte en las emisiones y la reducción del ruido submarino. El proyecto piloto deberá completarse en un período que va entre 24 y 36 meses.

Según Bruselas, esta inversión demuestra su “compromiso de seguir probando y demostrando innovaciones en los buques pesqueros”, de acuerdo al anuncio realizado sobre la materia hace un año. Una comunicación en la que se apuntaba a la descarbonización de la flota y el sector acuícola para 2050, creando grupos de trabajo con expertos y técnicos para evaluar las tecnologías disponibles y futuras. Este barco será el primer ejemplo.

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