El pasado julio, la inflación interanual en Argentina se situó en el 113,4%. El dato, trasladado la semana pasada por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), supone un nuevo jarro de agua fría en un país que lucha contra el peor aumento de precios desde principios de la década de 1990, que aumenta ya no solo la pobreza, también la crispación de su población. Una realidad que golpea a todos los sectores, incluida la pesca, donde los ánimos de los trabajadores también están por los suelos. Lo dice el secretario general de la Asociación Argentina de Capitanes, Pilotos y Patrones de Pesca (AACPyPP), Jorge Frías, que ayer anunció una “medida de fuerza” contra la filial en el país de Grupo Ibérica de Congelados, Iberconsa, ante un “incumplimiento del convenio”. Los patrones decretaron un paro de la flota, que finalmente ha quedado en suspenso a la espera de una negociación que tendrá lugar el lunes. La firma gallega negociará para evitar que sus buques se vean afectados en el peor momento posible, en plena campaña de langostino.
Frías explicó a este medio que el conflicto que mantienen con la empresa “se da en la forma de liquidar los sueldos”, que a su juicio “no responden a lo que se firma con la Cámara Argentina Patagónica de Industrias Pesqueras”. “Demandamos una revisión conjunta para cotejar con las liquidaciones de la empresa y definir las diferencia que afectarían a los oficiales y a la organización en consecuencia”, concretó.
Iberconsa es la principal armadora de Argentina con un total de 35 buques, a raíz de nuevas construcciones y de la adquisición de empresas. Según la AACPyPP, esto provoca que haya diferencias entre las tripulaciones de una y otra empresa que ahora forman parte de Iberconsa. “Ahora al estar todos juntos, uno mira cómo está el otro”, comentó Frías.
En el momento en el que la asociación comunicó la medida, la mayoría de las unidades se encontraban trabajando en alta mar. El Bogavante Segundo, sin embargo, estaba en el puerto y los trabajadores llegaron a paralizarlo cuando se disponía a zarpar para faenar.
La empresa, que según las fuentes consultadas lo entiende como “una manifestación para mostrar fuerza en el marco de las negociaciones salariales”, decidió moverse rápido para atajar cualquier tipo de paralización de su flota en el país. Lo reconoció el propio Frías: “A favor de la empresa debo decir, que aunque demorados, reaccionaron para encontrar rápida solución”.
El responsable de Iberconsa en el país, Juan Pablo Basavilbaso, citó a las partes el lunes en Buenos Aires para tratar de encontrar una solución al conflicto. Este “gesto”, como lo definió el secretario general de la AACPyPP, provocó que se permitiese la salida del Bogavante Segundo y que, por el momento, se suspenda la medida. “De no haber sido así, a medida que ingresasen los buques al puerto no iban a salir”, añadió Frías, que recordó que “todo pasa por el diálogo y el respecto por el sector”.
De hecho, fuentes de Iberconsa explicaron ayer que la flota estaba “operando con normalidad” y en ambas partes confían en que el lunes se alcance un acuerdo para que la medida de fuerza sea retirada.