Senegal vive un momento delicado. Los exteriores de Dakar, la capital, se han convertido en un campo de batalla entre buena parte de la población y las fuerzas de seguridad del estado tras la sentencia de dos años de cárcel al líder de la oposición, Ousmane Sonko, por “corrupción de la juventud”, lo que impediría que se presentase su candidatura a las elecciones presidenciales de 2024. La gente se echó a las calles en unas graves revueltas que, según medios locales, dejan ya una treintena de fallecidos. Piden la dimisión del presidente, Macky Sall, en el poder desde 2012, y apelan al ejército para que se ponga de parte de Patriotes du Sénégal pour le travail, l’éthique et la fraternité (Pastef), partido de Sonko. Todo estalló el jueves de la semana pasada y todo apunta a que se recrudecerá la situación con las manifestaciones previstas para este fin de semana. Y, en medio de este “caos” se encuentran varias pesqueras gallegas trabajando, tanto con flota como con factorías. Empresas que están adelantando descargas en Dakar y que viven una situación de “calma tensa”.
Senegal es hogar de las filiales de algunas de las principales pesqueras gallegas. Allí trabajan, por ejemplo, Profand o Pereira. La primera lo hace con Senefand, con una factoría en Ziguinchor, una de las localidades afectadas por las revueltas. La segunda, con su filial Soperka, con una planta y cuatro buques. “En tierra, nuestros colaboradores están saliendo de la oficina antes de su horario habitual, ya que hay un pseudo toque de queda por la tarde”, apuntan fuentes de Pereira, que hablan de “normalidad en el mar”.
Allí también opera desde 1990 Senevisa, subsidiaria de la histórica Vieira. “Al principio se resintió bastante la actividad”, explica Eduardo Vieira, “porque, por ejemplo, hubo días con frigoríficos cerrados y había trabajadores que no podían llegar”.
El estallido del conflicto social el jueves provocó el despliegue de la policía y el ejército, que blindó Dakar. Los protestantes cortaron carreteras, hicieron barricadas, bloquearon alguna estación de tren y paralizaron gasolineras. Y el Gobierno, ante los mensajes que se vertían en las redes sociales, decidió suspender temporalmente el acceso a plataformas como WhatsApp, Twitter o Youtube. “Se empezó hoy realmente a trabajar”, apunta por su parte el responsable en el país de Senevisa, Ricardo Pérez.
Según explica, están programando descargas antes del viernes. “Ese día se va a paralizar todo”, vaticina, “y si meten en la cárcel a Sonko, se lía otra vez”.
La compañía da trabajo a unas 800 personas (entre directos e indirectos) y tiene en el país seis barcos congeladores y dos fresqueros de bandera senegalesa, con capacidad de pescar 9.000 toneladas al año, a los que añadió hace poco el Releixo, que opera en el país vecino Guinea-Bissau bajo pabellón español y que descarga en Dakar.
No es el único. El de Guinea-Bissau es el principal acuerdo para la flota que en su día era cefalopodera y que trabaja principalmente en Mauritania. Hoy apuestan por los acuerdos de la UE con países terceros para faenar y el de Guinea-Bissau es el más importante. También hay un pacto firmado con Senegal, pero este año solo un barco pudo aprovechar las escasas posibilidades de pesca. Fue el Villa de Marín, como informa el gerente de la Asociación Nacional de Cefalopoderos (Anacef), Juan M. Fragueiro.
Según comenta, “la situación en Dakar ahora está controlada” y la flota que dirige no ha tenido “ningún contratiempo”. “El único barco que estuvo pescando lo hizo desde el 1 de enero hasta hace tres días”, señala.
Programadas dos nuevas jornadas de protestas
Aunque la situación ha ido volviendo poco a poco a la normalidad en algunos puntos del país, la tensión crece entre la población, que pide la dimisión del presidente Macky Sall. La plataforma F24, que se ha erigido como la voz de los opositores al Gobierno convocando las manifestaciones, ha llamado a una movilización masiva tanto en Dakar como en la diáspora durante dos jornadas, el viernes y sábado de esta semana. La coalición, que agrupa a un centenar de entidades, quiere impedir un posible tercer mandato de Sall.
Mientras, el Ministerio de Exteriores de Senegal anunció ayer el cierre temporal de los consulados generales en el exterior y denunció ataques contra sus instalaciones diplomáticas en el marco de las manifestaciones que han tenido lugar en el país tras la condena a Sonko, que estaba acusado de violación y amenazas de muerte contra una mujer, cargos de los que quedó absuelto.