El armador del “Santa Isabel” se aviene a una reforma integral del buque en Vigo

El Santa Isabel salió ayer por primera vez de Beiramar desde que amarró allí tras descargar en Chapela a finales de abril. Eso sí, el ruinoso pesquero de bandera de Belice y armador portugués no ha salido de la ciudad. Tras el medio centenar de deficiencias localizadas por Capitanía Marítima y después de las condiciones insalubres halladas por Sanidad Exterior, el dueño se avino a reparar el buque en un astillero olívico. Y el elegido, si nada se tuerce, será San Enrique, la compañía del grupo Marina Meridional que se adjudicó las instalaciones de la desaparecida Factorías Vulcano. El Santa Isabel será sometido a una reforma integral para la que solo falta la firma del contrato, algo que celebró la Federación Internacional de Trabajadores del Transporte (ITF, por sus siglas en inglés), que denunció la situación del pesquero en las páginas de FARO.

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Pese a que la intención original de la armadora era llevarse el barco de la ciudad, previsiblemente para su reparación en Aveiro, el buque de casi 85 metros de eslora fue trasladado pasadas las 14.00 horas de ayer al muelle de la atarazana de Teis, donde se encontraba todavía al cierre de esta edición.

Según confirman fuentes del astillero, la idea es la de realizar una reforma integral de la vetusta unidad, para lo que solo faltaría firmar el contrato. El barco representa un aspecto exterior muy deteriorado y un interior con “deficiencias muy graves”, como localizó la inspección de Capitanía Marítima.

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La inspectora de la ITF en Vigo, Luz Baz, explicó ayer que tanto ella como los funcionarios que analizaron la situación del pesquero “coincidieron en señalar al Santa Isabel como el peor barco que habían visitado en varios años de servicio”. Entre las innumerables deficiencias encontradas, más de 50 recogidas como graves en el informe, desde la Federación citan la corrosión generalizada, espesor deficiente de las chapas, estanqueidad crítica en algunas zonas, válvulas y bocas del sistema contraincendios inoperativas, sistemas de alarma, seguridad y abandono del buque inoperativos, equipos de navegación disfuncionales, luces de navegación fundidas, radiobaliza y cartas náuticas caducadas, chalecos sin luces, etc.

A ello suman “condiciones de vida absolutamente insalubres”, como desveló el informe de Sanidad Exterior, con una suciedad generalizada y falta de control de temperaturas en espacios de almacenaje de alimentos perecederos –algunos caducados–, mezcla de productos químicos en zonas de preparación y almacenaje de alimentos, sedimentos en los tanques y residuos en el sistema de agua dulce que la hace inservible para el uso humano, etc.

Ante estos resultados, las autoridades exigieron la subsanación de todas las deficiencias relacionadas con equipos caducados que puedan poner en peligro la navegación segura del buque, así como las de carácter estructural a través de una varada en astillero.

Sanidad detecta suciedad, corrosión o aseos inservibles en el “Santa Isabel”

“Que en pleno siglo XXI, en un puerto europeo contemplemos como algunos tripulantes viven como esclavos en el centro de la ciudad es absolutamente frustrante”, criticó Luz Baz.

De confirmarse el pedido, sería el encargo de mayor calado del astillero, que desde que ocupa las instalaciones de Vulcano no ha podido realizar ninguna obra de nueva construcción salvo un túnel del viento para el sector de la automoción.

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