Capitanía Marítima de Vigo realizó el martes por la tarde una inspección al pesquero Santa Isabel alertados por la Federación Internacional de Trabajadores del Transporte (ITF, por sus siglas en inglés). Según pudo saber FARO, durante la visita a bordo detectaron “deficiencias muy graves” en el buque de bandera de Belize y armador portugués, cuyos tripulantes también avisaron de supuestos impagos de salarios. Tras los resultados preliminares de la investigación a bordo, la ITF urgió ayer por la mañana que el barco debería ser inmovilizado y que, de salir de su lugar de amarre, “debería hacerlo remolcado”. Y Capitanía, finalmente, así lo decidió: ha decidido inmovilizar el arrastrero atracado en Beiramar tras encontrar hasta 53 deficientes, en la mayoría de los casos relacionadas con equipos caducados y “daños estructurales” en el buque.
El barco llegó a finales del mes pasado a la ciudad desde Montevideo (Uruguay) tras haber estado faenando en aguas internacionales, en la conocida como milla 201, frente a Argentina. Tras descargar en Chapela hace dos semanas, el buque se movió a Beiramar, momento en que la inspectora de la ITF, Luz Baz, intentó hablar con la tripulación a bordo.
Tras la negativa por parte de un responsable del buque, la ITF pidió a la Capitanía Marítima que inspeccionase el buque, que presenta un estado ruinoso con sus 50 años de antigüedad.
Según Europa Press, los inspectores del organismo perteneciente a la Dirección General de la Marina Mercante descubrieron hasta 53 deficiencias, por lo que ha decidido inmovilizar el barco hasta que no las solucionen, además de iniciar un expediente sancionador.
Las mismas fuentes explicaron que los problemas relacionados con los equipos obsoletos tendrán que ser solucionados en el propio puerto, mientras que las deficiencias de carácter estructural tendrán que ser reparadas en un astillero.
De igual forma, la inspección llevada a cabo por Capitanía logró resolver, aparentemente, uno de los misterios sobre le navío. Si bien la empresa que aparece como dueña es AC Fishing Company, de Seychelles, y la bandera del buque es de Belice (en cuyo registro figura como operador Atlantikaromas Unipessoal Lda), el armador final es de Portugal.
De hecho, la ITF sospecha que la intención es la de llevar el buque a Aveiro, donde la empresa dueña tiene su base de operaciones, y enviarlo al astillero allí. No está claro todavía si se le permitiría viajar hasta la localidad lusa para acometer la reparación o si tendrá que hacerlo en uno vigués. Lo que está claro es que no podrá viajar hasta Belice en las condiciones en las que se encuentra.
“En ese buque, como está, no deben vivir seres humanos. Y mucho menos trabajar”, lamentó Luz Baz, que ayer al cierre de esta edición permanecía a la espera de recibir el informe de inspección solicitada a Capitanía Marítima.