La viguesa ACSM concurre en solitario a la misión para inspeccionar el “Villa de Pitanxo”

La Junta de Contratación del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana procedió este miércoles a la evaluación de las ofertas para la búsqueda, localización e inspección del Villa de Pitanxo, el buque de Pesquerías Nores naufragado el 15 de febrero de 2022 en aguas de Terranova. Una misión encomendada por la Comisión de Investigación de Accidentes e Incidentes Marítimos (Ciaim) y auspiciada por la Audiencia Nacional con el objetivo de obtener pruebas que ayuden a clarificar qué pasó aquella madrugada durante las maniobras de virada del aparejo.

Del barco, de 50 metros de eslora y con 24 personas a bordo, solo sobrevivieron tres tripulantes. Han sido solo dos las compañías presentadas en este concurso urgente, pero solo una de ellas ha cumplido con los requisitos establecidos en los pliegos. La viguesa ACSM será, previsiblemente, la que acometa esta tarea, inédita en España y con escasos precedentes a nivel global.

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La otra aspirante era Ardentia Marine, con sede en el concello coruñés de Cabanas. Pero el organismo evaluador del ministerio ha optado por su exclusión después de comprobar que en su oferta “no se detalla y desglosa” las partidas, además de haber fijado un precio de movilización del barco superior al máximo establecido. Con un presupuesto de 3 millones de euros (IVA aparte), ACSM Shipping ha presentado una propuesta más económica, por importe de 2,85 millones de euros, a razón de unos 67.000 euros diarios por jornada de tránsito –hasta el lugar del naufragio– y otros tantos por día de operación. En caso de que el mal tiempo impidiese la actividad de localización o inspección del pecio, cada jornada de stand by tendría un coste de cerca de 57.000 euros.

El hecho de que ACSM se haya quedado sola en este proceso de licitación no ha propiciado su adjudicación directa. Desde el Gobierno han decidido remitir la oferta de esta compañía a la Ciaim, para que sean sus técnicos los que determinen “si el área de búsqueda diaria y los límites operacionales ofertados se corresponden con los valores incluidos en la documentación técnica”, expone el acta de la reunión, presidida por el subdirector general de Administración y Gestión Financiera (de la dirección general de Organización e Inspección), Jesús Fumanal.

Por este motivo, el tribunal ha decidido posponer la propuesta de adjudicación. En todo caso, la misión del Pitanxo se ha lanzado como un procedimiento urgente, por lo que los plazos no podrán demorarse en exceso; el objetivo es bajar al buque entre el 1 de mayo y el 30 de octubre.

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ACSM dispone de dos buques offshore, OSV Nautilus y OSV Ártabro, que servirían de plataforma nodriza para un robot submarino. La unidad elegida ha de tener sónar de barrido lateral o sonda multihaz, porque primero ha de localizarse con exactitud el lugar donde reposan los restos del pesquero. A partir de entonces, el Nautilus o el Ártabro se pondrán en posición perpendicular al Pitanxo y descenderán ese robot (o remoted operated vehicle, ROV), unido a cubierta con una especie de cordón umbilical.

Este dispositivo grabará no solo elementos de la estructura del pesquero, sino el lecho marino por donde se deslizó el aparejo de arrastre, que sufrió al menos dos embarres (o espichadas) durante esa última noche. De los dos ROV con los que cuenta ACSM en propiedad, es el Triton XLX el que cuenta con capacidad técnica para este trabajo. Puede sumergirse hasta los 4.000 metros de profundidad; el Pitanxo descansa a unos 820.

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