Viernes, 16 de diciembre de 2022. El engrasador del pesquero Villa Nores, Santiago López, pedía ayuda desde el caladero de NAFO. Aseguraba que el buque estaba en mal estado, que había una vía de agua en la proa y que se habían cerrado puertas con candados para rebajar las necesidades de achique por parte de la tripulación. “La sellamos [por la vía] con sika –es un aditivo impermeable– pero se va a abrir con este mal tiempo”, decía por teléfono.
“Tienen que arreglar el barco en condiciones. Esta mal todo; podre. Esto es Canadá. Así no se puede estar. ¿Qué quieren hacer? ¿Un cementerio?”. Una semana más tarde era desembarcado en la isla canadiense de Saint-Pierre, después de que la armadora, Pesquerías Nores, negara las acusaciones de su (ya ex) empleado y tras atribuir la gran abundancia de agua en el buque a la rotura de la tubería de una lavadora. Pero el Villa Nores, gemelo del malogrado Villa de Pitanxo pero sometido a un proceso de alargamiento–, sí tuvo que pasar por reparación al llegar a tierra, como confirmaron fuentes del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.
Según apuntaron fuentes del sector a FARO, el observador científico a bordo, de la empresa Investigación, Planificación y Desarrollo (IPD), incluyó en su informe el percance del Villa Nores denunciado por el engrasador. Un documento remitido a la Organización de Pesquerías del Atlántico Noroeste (Northwest Atlantic Fisheries Organisation, NAFO), aunque desde esta entidad remitieron a este periódico al departamento que dirige Luis Planas por tratarse de una embarcación con pabellón español.

Desde Pesca no desmintieron los fallos advertidos por Santiago López en el buque. “El informe del observador corresponde a la marea realizada en el primer trimestre de 2023 y, como se manifiesta en la pregunta –formulada por FARO el 10 de marzo–, el buque se encuentra en proceso de reparación, tendrá que ser verificado por las autoridades competentes cuando decida iniciar una nueva marea”. La respuesta del ministerio fue recibida el 16, un día antes de la salida del Villa Nores a la mar desde el muelle de Frigalsa, en Teis (Vigo).
"Salvamento Marítimo
El regreso a la actividad de este pesquero, ahora de 66 metros de eslora, fue autorizado tras una completa revisión. “Estas autoridades competentes –prosiguen fuentes oficiales de Pesca– corresponden a las capitanías marítimas, ante las cuales se presentan los despachos de los buques y les corresponde verificar las condiciones de seguridad a bordo, entre otras”. Cuando el barco arribó de la última marea –la que no completó el engrasador, de la Costa da Morte–, fue sometido a inspección. “La inspección realizada por la Secretaria general de Pesca, obligatoria y en base a nuestras competencias, aplicando la legislación de NAFO y el reglamento de control, verificó las capturas, las redes y las anotaciones a bordo, entre otras cuestiones, y recogió los comentarios de observador”, continúan desde el ministerio.
La lavadora
Después de que Santiago López denunciase su situación a los medios, la armadora recurrió a la Cooperativa de Armadores de Vigo (ARVI) para desmentir cualquier riesgo para la tripulación. “Resulta del todo irresponsable el hecho de que una incidencia que no supone ningún problema en el desempeño de una normal actividad para un buque pesquero congelador se magnifique por razones que desconocemos”, decía entonces la nota de prensa de ARVI. “Nos indica la empresa armadora del buque Villa Nores que la avería de la lavadora fue perfectamente resuelta por su tripulación, como se hace habitualmente con cualquier incidencia que se pueda generar en los periodos de varias semanas que nuestros buques congeladores permanecen en alta mar”.
Los procesos de alargamiento como el del Villa Nores son habituales, y deben ser autorizados –suponen un incremento de capacidad– y comprobados después para que no comprometan la estabilidad del barco. La misma armadora prevé ejecutar este verano un proyecto similar en el Villa de Marín, construido en 1998 en las gradas del desaparecido Construcciones Navales Santodomingo (hoy, Armón Vigo). Es un arrastrero de algo más de 40 metros de eslora que opera en aguas africanas, con Puerto de La Luz (Las Palmas) como puerto base.