Noruega se enroca por el bacalao y pone en jaque la cuota de los buques gallegos

Oslo y Bruselas, incapaces de alcanzar un pacto desde diciembre | El cupo provisional para aguas de Svalbard expira este 31 de marzo | Armadores critican la incertidumbre

La cubierta de uno de los bacaladeros vigueses, trabajando en aguas irlandesas.

La cubierta de uno de los bacaladeros vigueses, trabajando en aguas irlandesas. / J.L.O.

Adrián Amoedo

Adrián Amoedo

Diciembre es el mes en el que se cierran buena parte de los acuerdos pesqueros de relevancia para la flota gallega, empezando por el Consejo en el que los ministros comunitarios del área fijan las cuotas para el curso siguiente. Junto a ello, hay otra serie de pactos que más o menos con normalidad se venían rubricando hasta el Brexit, como es el caso del que la UE mantiene con Noruega. El país escandinavo es, además de un gran productor, uno de los principales exportadores de pescado a los Veintisiete, por lo que hay acuerdos en vigor con beneficios arancelarios para facilitar los negocios entre ambas partes. Sin embargo, el Gobierno noruego mantiene una dura postura respecto a la cuota de bacalao que la UE puede capturar en aguas de Svalbard, donde al igual que sucedió en 2021, Oslo ha vuelto a detraer una significativa cantidad del cupo que legítimamente dispone el bloque comunitario, de solo el 2,8% del total. Las negociaciones siguen paralizadas y ahora mismo están en jaque las posibilidades de la flota gallega, que dispone de un cupo provisional hasta este 31 de marzo.

Ambas partes negocian tanto por el pacto bilateral de pesca, que incluye la cuota que se puede capturar dentro de aguas del país escandinavo, como por la situación de Svalbard. El archipiélago bañado por el Mar de Barents está bajo dominio noruego a través de un tratado firmado hace más de 100 años que obliga a compartir los recursos entre los estados firmantes, entre ellos los países de la UE.

Sin embargo, la realidad es que de las 750.000 toneladas del TAC de bacalao prácticamente se reparte mitad y mitad para Rusia y Noruega, dejando solo ese 2,8%. Con la excusa del Brexit, y la salida de Reino Unido de la UE, Oslo decidió detraer un 0,8%.

Ante la situación, Bruselas decidió establecer un cupo provisional que representa un 25% de la cuota, 3.900 toneladas, para este primer trimestre. A escasos 20 días de que llegue la fecha en la que expira, el sector no sabe nada de qué pasará. “Está parado y no entendemos cómo se puede llegar a este punto”, critica el presidente de la asociación bacaladera de la Cooperativa de Armadores de Vigo, Agarba, Iván López.

Iván López, presidente de Agarba y armador de un buque bacaladero.

Iván López, presidente de Agarba y armador de un buque bacaladero. / ALBA VILLAR

El también armador lamenta que esta situación ha hecho que la flota se perdiese alguna de las campañas, como es la que se suele realizar en esta época frente a las Islas Lofoten. De hecho, ninguno de los cuatro bacaladeros españoles está trabajando cerca de la zona: uno está en Vigo y saldrá para NAFO en breve (el Monte Meixueiro), otro está en aguas irlandesas pescando bacaladilla (Lodairo) y los otros dos están parados en Pasaia (Arosa Nueve y Egunabar).

Según López, “todo está completamente bloqueado”, lo que refrendan también otros armadores de la flota como Ignacio Urcola o José Carlos Molares. El primero coincide en que “hay mucho silencio al respecto” y teme lo que pueda pasar ahora en “otro escenario”, cuando finalice la cuota provisional en Svalbard; el segundo, critica la posición “blanda” de Bruselas frente a Oslo y la “incertidumbre” actual. Una situación que, asegura, también se extiende a las inspecciones que sufre la flota en alta mar por parte de los guardacostas noruegos, más exhaustivas y asiduas que las de, por ejemplo, los barcos rusos.

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