El asedio de Bruselas acelera la estampida: Galicia exporta 10 barcos operativos al año

El “Pino Ladra”, de Celeiro, último en sumarse a un éxodo espoleado durante el mandato del comisario Sinkevicius | El pulpo de Mauritania y Marruecos, gran pesquería de destino

Tripulantes del “Alpha Peche”, antes “Avedal”, pertrechando el buque en Vigo.

Tripulantes del “Alpha Peche”, antes “Avedal”, pertrechando el buque en Vigo. / MARTA G. BREA

El Pino Ladra arribó el pasado viernes por última vez al puerto de Celeiro. Un arrastrero de 31 metros con 277 GT (arqueo bruto o gross tonnage) que dejará un enorme vacío no solo en esta dársena lucense, sino en el conjunto de la flota pesquera gallega. El adiós de una saga emblemática, armada por Benigno, Bautista y Antonio Pino, como destacaron desde la cofradía de A Mariña; el barco será exportado para operar bajo bandera marroquí, concretaron a FARO fuentes del sector. Agadir será su puerto base y se dedicará principalmente a la pesquería de pulpo. Se despide así el Pino Ladra de unas aguas comunitarias cada vez más cercadas por la estrategia de la Comisión de Pesca y Asuntos Marítimos, con el tándem Virginijus Sinkevicius (comisario) y Charlina Vitcheva (directora general) como arietes contra el sector extractivo. El arrastrero continúa la estela dejada por medio centenar de barcos españoles, exportados a terceros países solo desde la llegada del lituano y la búlgara al gobierno comunitario (2019). El saldo es dramático: Galicia está perdiendo una decena de barcos operativos cada año en paralelo al torniquete a la pesca de fondo, arrastre o litoral. El grueso de estas unidades comparten dos destinos principales: Marruecos y Mauritania.

Además de los puertos de Vigo, Ribeira, Celeiro y Burela, los vascos de Bermeo y Ondarroa son los principales perjudicados de esta sangría, que adelgaza la masa crítica del sector –en mar y en tierra, por toda la actividad indirecta que generan los barcos– e incrementa la dependencia de materia prima. Antes del Pino Ladra fue un atunero de la armadora Pevasa el que corrió la misma suerte: el Playa de Aritzatxu, construido en Nervión, fue vendido a Seychelles el 29 de diciembre. El histórico en los muelles de Vigo Río Mau causó baja en el registro nacional de pesqueros a finales de septiembre, y trabaja ya bajo pabellón marroquí con la dársena de Tánger como punto preferente de descarga y avituallamiento. No estará solo por estas tierras: allá marcharon también el palangrero de fondo Séptimo (Ribeira) y el también vigués Galaxia Dos. Este último es, de hecho, propiedad ahora de la misma casa armadora que gestionará las nuevas mareas del joven Pino Ladra.

Con una edad media de 36 años, la flota gallega está perdiendo de este modo, además de capacidad, buena parte de sus unidades más modernas. El Manuel Mascato (para Mauritania) fue dado de alta en 2004, frente a los 23 años del barco de palangre O Xilo, los 18 del Balamida (ambos para Mauritania) y los 22 del Abrela (Senegal). Francia (Mar Mares, con matrícula de Vigo), Portugal (Crunia) o Namibia (Nuevo Bitácora) son otros de los países beneficiados por esta salida constante de efectivos.

Ahora bien, las políticas que están penalizando a las flotas de Gran Sol o Cantábrico redundan en mejoras para las armadoras de capital gallego que operan en África con sociedades mixtas o filiales. Algunos de los pesqueros exportados han pasado a reforzar las divisiones de pesca extractiva de compañías como Pescapuerta, Pereira, Iberconsa o Vieirasa, tras haber sido reformados (refit) o ligeramente readaptados para sus nuevas encomiendas.

  • 1. Unidades de poca antigüedad

    Con una edad media de 36 años, los efectivos que está perdiendo la flota gallega son algunos de los de menor antigüedad.

  • 2. Vigo, Ribeira o Bermeo, afectados

    Son los puertos que han sufrido un mayor número de bajas por exportaciones.

El arrastre del Cantábrico-Noroeste se reunirá con Pesca para analizar los límites al sector

La nueva secretaria general de pesca, Isabel Artime, se reunirá el 9 de marzo con el sector del arrastre del Cantábrico-Noroeste tras haber recibido una carta firmada por más de una decena de organizaciones de productores en la que se solicita “con carácter de urgencia” este encuentro. En el mismo, armadores y administración analizarán la drástica situación a la que múltiples embarcaciones se enfrentarán “de inmediato”, subraya el escrito, como consecuencia del nuevo Plan de Acción para la conservación de los recursos pesqueros que la Comisión Europea (CE) ha oficializado esta semana y por el cual en un año ya estará prohibido el arrastre en el 20% de las aguas de los Veintisiete.

“Es necesario conocer qué posicionamiento tiene la administración pesquera española en relación a todas las medidas mencionadas, ya que desde el sector que representamos estamos seguros que pondrán en jaque la actividad de la pesca de arrastre de fondo, con los perjuicios económicos y sociales que ello conlleva”, recoge la misiva, a la que ha tenido acceso FARO y que se envió a Madrid el 13 de febrero, días antes de que Bruselas publicase un contenido que ha sentado como un verdadero jarro de agua fría.

Tanto el citado Plan de Acción como las medidas de mitigación para reducir las capturas accesorias del delfín común “tendrán sin duda un impacto directo sobre nuestro sector”, explican los firmantes, destacando que tampoco se puede obviar que su flota lleva “desde hace muchos años” sujeta a restricciones. Entre ellas a los fondos donde puede llevar a cabo su actividad (prohibición de faenar en fondos inferiores a los 100 metros); vedas a lo largo de todo el caladero, establecidas con carácter temporal desde el pasado 1983 y que ya son permanentes; nuevas vedas de protección para la merluza y la cigala; la prohibición de pescar en áreas protegidas como El Caruncho y el Banco de Galicia; o limitaciones adicionales ante la escasa plataforma de pesca.

Por este motivo, las entidades implicadas –entre ellas Anasol, Opromar, Pescagalicia, la Asociación de Armadores de Ribeira, la Rula de Avilés o las OPP-7, OPP13, OPP50, OPP52, OPP77 y OPP83–, demandaron al final de dicha carta “que con carácter de urgencia se convoque una reunión con los representantes de las organizaciones pesqueras que suscriben el presente escrito, todo ello con el fin de analizar la situación a la que nos tendremos que enfrentar de inmediato, así como posibles medidas a implementar”. 

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