Bruselas reprueba al Gobierno por no haber bajado al Pitanxo el año pasado

El presidente de la Comisión de Pesca del europarlamento defiende la misión: "El registro del estado del buque es clave"

Tripulantes del “Villa de 
Pitanxo”, en una marea 
anterior.   | // CEDIDA

Tripulantes del “Villa de Pitanxo”, en una marea anterior. | // CEDIDA / Lara Graña

Lara Graña

Lara Graña

Del naufragio del Villa de Pitanxo, devorado por el Atlántico el 15 de febrero de 2022, solo se recuperaron tres supervivientes y nueve cadáveres. Los demás, hasta los 24 tripulantes que iban a bordo del pesquero aquella noche, no aparecieron nunca. De inicio, las familias reclamaron al Gobierno el despliegue de medios civiles o militares para tratar de localizar cuerpos o vestigios del buque, una petición que no fue satisfecha desde Madrid.

Fueron los propios pesqueros, de capital gallego y portugués, los que durante horas estuvieron tratando de localizar, sin éxito, a los doce marineros desaparecidos. Un informe de Salvamento Marítimo, desvelado por FARO y que no tenía fecha ni firma, liquidó cualquier esperanza de fletar una misión a la zona del naufragio. Exponía, en primavera, que la posibilidad de recuperar cadáveres era nula. No es lo que exigían las familias ya para entonces: querían que se contratasen medios para bajar al Pitanxo, con el objetivo de tener pruebas y ayudar a esclarecer las causas del siniestro. Se rechazó. Una decisión reprobada directamente ahora por el presidente de la Comisión de Pesca, Pierre Karleskind.

"La Comisión de Pesca [...] lamenta que el pecio no fuese inspeccionado durante la primavera-verano de 2022, cuando las condiciones meteorológicas eran las más favorables", dice literalmente en una carta remitida a la eurodiputada popular Dolors Monsterrat, presidenta de la Comisión de Peticiones del europarlamento. Las explicaciones del Gobierno acerca de por qué no había encargado esta misión se basaron en que no habían recibido un encargo de los técnicos para hacerlo, en alusión a la Comisión de Investigación de Accidentes Marítimos (Ciaim). También aludieron a que tampoco había sido encomendada por un juez, aun cuando hasta octubre no se designó definitivamente en qué juzgado se iba a instruir la causa, que ha de esclarecer el mayor siniestro para la pesca gallega desde 1978 (Marbel).

A juicio de Karleskind, no obstante, no hay dudas de la importancia de estos trabajos de investigación in situ, por cuanto "el registro del estado del buque es clave para obtener pruebas que sirvan para aclarar las causas del hundimiento del buque Villa de Pitanxo y evitar futuros accidentes". No fue hasta es mes de febrero cuando, y aun de forma previa, el Gobierno ha lanzado una licitación para ejecutar esta misión. Se hará por importe de 3,6 millones de euros. "La Comisión de Pesca apoya el ruego de la peticionaria de alcanzar el pecio hundido".

Recuerda Bruselas, por último, que la Ciaim deberá publicar un informe preliminar "en un plazo de doce meses a partir de la fecha del siniestro". Esto es, mañana miércoles.

El patrón del buque, Juan Enrique Padín, está imputado por la Audiencia Nacional por la comisión de 21 presuntos delitos de homicidio por imprudencia grave, contra los derechos de los trabajadores, falsedad documental y encubrimiento. La armadora del Pitanxo, Pesquerías Nores Marín, también.

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