El Gobierno acelera, al fin, la inspección del 'Pitanxo': "Las familias estaremos atentas a que se cumplan los plazos"

Publica el anuncio previo para la “búsqueda, localización e inspección del pecio”, lo que permite acortar plazos para la adjudicación | El objetivo es hacer la operación en verano

Adrián Amoedo

Adrián Amoedo

Han sido más de dos meses de espera, pero los familiares de los fallecidos del Villa de Pitanxo pueden ya respirar aliviados: el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana ha iniciado la licitación para localizar e inspeccionar el pesquero gallego que hace casi un año naufragó en aguas situadas frente a Canadá dejando 21 fallecidos. La junta de contratación del Ministerio ha comenzado la tramitación con la publicación previa, en la que se recoge tanto el objeto como el valor del contrato, que cuenta con un presupuesto base de 3,6 millones de euros (impuestos incluidos), una fórmula que permitirá también acortar los plazos de cara a la adjudicación final para que la operación, inédita en España y que se realizará este verano mediante el uso de un robot submarino (ROV, remote operated vehicle).

La Comisión Permanente de Investigación de Accidentes e Incidentes Marítimos (Ciaim), que se encarga de investigar lo sucedido, informó el pasado noviembre a los familiares que trabajaban ya en la licitación tras concluir que necesitaban “contar con compañías privadas especializadas, que dispongan de buques y equipos idóneos y de dotaciones específicamente formada”. Fuentes del sector consultadas entonces estimaban un coste mínimo de 2 millones de euros para una operativa que, si las circunstancias son favorables, se podría realizar en tan solo un mes.

Reacción familias

Sin embargo, en los últimos días el nerviosismo se empezaba a apoderar tanto de las propias familias, que hasta volvieron a solicitar información a Transportes, como de las potenciales empresas participantes, que veían como el tiempo se les echaba encima para poder disponer de los buques y los equipos a tiempo.

A primera hora de este viernes, la portavoz habitual de los afectados, María José de Pazo, ha valorado el paso dado por el ministerio. "Llevamos mucho tiempo esperando por esto", ha afirmado, y ha añadido que esperan que se consiga la adjudicación a una empresa que pueda bajar al pecio en 2023.

De Pazo confía en que con esta operación se obtengan todas la pruebas "que pueda haber después de un año", y ha avisado de que las familias seguirán pendiente de la tramitación: "Estaremos atentas a que se vayan cumpliendo los plazos".

En concreto, el anuncio previo hecho público esta semana señala que la junta de contratación del Ministerio busca una empresa que preste el “servicio de búsqueda, localización e inspección del pecio del buque pesquero Villa de Pitanxo”. La operación, que servirá “como apoyo a la investigación del accidente” que lleva a cabo la Ciaim, se realizará este verano, momento en el que las condiciones meteorológicas de la zona permiten trabajar a los buques especializados en este tipo de tareas.

Un dato importante es que el hecho de que se haya optado por utilizar la figura de anuncio previo –pensados para contratos a presentar en los doce meses siguientes– supone que el órgano de contratación podrá reducir el plazo para la presentación de ofertas de la licitación, acelerando de esta forma el proceso.

La operación

El pesquero gallego, de 50 metros de eslora y propiedad de la armadora marinesa Grupo Nores, naufragó el 15 de febrero del pasado año en aguas del caladero de Terranova. Gracias a la señal de radiobaliza, se puede establecer el lugar aproximado en el que se hundió, cuya profundidad sería cercana a los 1.000 metros de profundidad.

Para llevar a cabo la tarea, la empresa que resulte adjudicataria deberá disponer de un buque multipropósito con equipos especiales para sondear el fondo. En concreto, tendrá que disponer de un magnetómetro o sonda lateral –como los que tienen los barcos oceanográficos– para hacer barridos con señales multihaz. Con ello se procederá con la primera fase, la localización del pesquero.

En esta primera fase, la empresa tendrá que ir descartando los puntos localizados con las sondas hasta dar con el pesquero, que además podría haberse partido en dos o podría estar tumbado, deformado o rodeado de elementos que impidan o dificulten el acceso o los trabajos de grabación.

Esa ya será la segunda fase, la de la inspección del pecio. A través de una especie de cordón umbilical que lo une al buque, el ROV podrá descender para “examinar distintos aspectos del buque, sus equipos, de las artes de pesca y del fondo marino, que puedan resultar de interés para la investigación de seguridad”, según señaló la propia Ciaim. En este proceso será clave comprobar el estado de las vías de desagüe, los cables de las maquinillas, las puertas de arrastre o la disposición del propio aparejo, lo que se espera contribuirá a arrojar luz sobre el mayor siniestro en el sector pesquero español desde el Marbel (1978).

La búsqueda e inspección del barco es una operación inédita en España

En definitiva, la inédita tarea en España –la de buscar un pesquero hundido– será similar a la que llevó a cabo en 2013 el Schmidt Ocean Institute con su buque Falkor, oceanográfico que será reemplazado por el recientemente construido en Vigo –por parte de Freire Shipyard– Falkor Too. Entonces, localizó con una sonda una señal inesperada y tras descender un ROV a 2.700 metros de profundidad se topó con el Katmai, un barco de pesca que había desaparecido hacía 41 años.

De los 24 tripulantes que iban a bordo del Villa de Pitanxo aquella fatídica noche en la que naufragó a más de 250 millas de Canadá, solo sobrevivieron tres: el capitán, Juan Padín, su sobrino Eduardo Rial y Samuel Kwesi, el marinero que ha propiciado la investigación actualmente en marcha y judicializada tras dar marcha atrás a su primera versión de los hechos y desmentir la aportada por los dos supervivientes. Mientras el proceso avanza en la Audiencia Nacional, la Ciaim sigue trabajando en su informe, cuya versión provisional se espera para el próximo mes con los datos objetivos de la catástrofe, sin incluir conclusiones ni recomendaciones de seguridad.

LA OPERACIÓN

  • 1. Localización del pesquero

    La primera fase se centra en encontrar el pesquero en el fondo del mar mediante el uso de equipos como una sonda lateral. Para ello se empleará un buque multipropósito.

  • 2. Inspección a través del uso de un ROV

    Una vez encontrado el Villa de Pitanxo, desde el buque se desplegará un robot submarino (ROV) para inspeccionar el pesquero y localizar posibles respuestas para lo sucedido en la noche del 15 de febrero de 2022.

El “Villa Nores” ya está de vuelta en Vigo. El Villa Nores, de la armadora Grupo Nores, está de vuelta en Galicia. Concretamente en Vigo, en el muelle de Frigalsa. El buque, gemelo al Villa de Pitanxo, fue noticia el pasado diciembre cuando su engrasador, Santiago García, denunció el presunto mal estado del pesquero y llegó a ser desembarcado en Canadá. Un barco que, además, está siendo capitaneado por el patrón del Novo Virgem da Barca, barco portugués que recuperó el cuerpo de uno de los 21 fallecidos del Villa de Pitanxo. | JOSÉ LORES

El “Villa Nores” ya está de vuelta en Vigo. / José Lores

[object Object]

El Villa Nores, de la armadora Grupo Nores, está de vuelta en Galicia. Concretamente en Vigo, en el muelle de Frigalsa. El buque, gemelo al Villa de Pitanxo, fue noticia el pasado diciembre cuando su engrasador, Santiago García, denunció el presunto mal estado del pesquero y llegó a ser desembarcado en Canadá. Un barco que, además, está siendo capitaneado por el patrón del Novo Virgem da Barca, barco portugués que recuperó el cuerpo de uno de los 21 fallecidos del Villa de Pitanxo.

Suscríbete para seguir leyendo