La patronal exige a Bruselas que no aborde el fin de los motores diésel de forma “simplista”

La Comisión defiende una transición sin ayudas

Redacción

El sector pesquero europeo ha solicitado a la Comisión Europea que no aborde el proyecto de transición energética de la flota de manera simplista y que analice “en profundidad” las posibilidades reales del uso de combustibles y fuentes de energía neutros en carbono en los buques pesqueros. En concreto, la flota europea ha señalado que las actuales limitaciones de capacidad de los buques que establece la Política Pesquera Común (PPC) obstaculizan este objetivo y que son contradictorias con la estrategia de la UE para abordar esta transición. La intención de Bruselas, además, es de perpetrar el fin de los motores de combustión sin ayudas.

El sector, representado por Europêche, organización de la que forma parte la Confederación Española de Pesca (Cepesca), responde así a la consulta pública hecha por la CE para definir una estrategia de transición energética del sector pesquero y acuícola que está en preparación para 2023. La flota europea también considera que es necesario definir adecuadamente el año de referencia para medir las reducciones. Así, según los datos analizados y comunicados por la UE desde la firma del Acuerdo de Kioto de 1992, el sector ha reducido casi a la mitad las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) frente a las de 1990, año base para los acuerdos sobre el cambio climático.

Igualmente, se ha reducido un 59% la potencia del motor en comparación con ese mismo año y las nuevas tecnologías aplicadas han permitido un crecimiento continuo de su eficiencia energética (ratio proporcional del combustible utilizado para realizar sus capturas). El sector ha recordado la reducción permanente de la flota europea, que actualmente tiene operativos 65.000 buques (75% con menos de 12 metros), frente a 103.800 en 1996 ó los 81.600 en 2018.

De esta forma, el sector pesquero europeo ha señalado que las energías de cero emisiones, además de por disponibilidad, rentabilidad y existencia de la red de distribución y las infraestructuras portuarias necesarias, han de analizarse también desde el punto de vista de la seguridad para las tripulaciones y no pueden suponer un riesgo añadido a la actividad pesquera.