La UE reconoce el daño económico del veto al arrastre y llama a la flota a “diversificar”

“Tendrá repercusiones sociales y económicas” para sector y comunidades, según el Plan de Acción | El CE apuesta por un cambio hacia el turismo marinero o a recoger algas

Una subasta de pescado en la lonja Vigo. | APV

Una subasta de pescado en la lonja Vigo. | APV / Adrián Amoedo

Adrián Amoedo

Adrián Amoedo

La Comisión Europea presentará el próximo mes su iniciativa para la conservación de los recursos pesqueros y protección de los ecosistemas marinos enmarcada en la Estrategia de Biodiversidad. Con ello, Bruselas vetará el arrastre en las áreas marinas protegidas (MPA, por sus siglas en inglés) de forma gradual hasta 2030, lo que se extenderá al 30% de las aguas comunitarias. Esta es la principal realidad que recoge el Plan de Acción, cuyo borrador fue publicado ayer por este medio. Sin embargo, el equipo dirigido por el comisario de Medio Ambiente, Océanos y Pesca, Virginijus Sinkevicius, fija el futuro que proyecta para las flotas y regiones europeas afectadas. Según reconoce la Comisión en el texto, los nuevos vetos tendrán “repercusiones sociales y económicas en determinados operadores y comunidades” costeras, tanto a corto como a largo plazo. Y la receta que proponen para ponerle remedio pasa por la “diversificación e innovación” a través de un “mejor uso” de las ayudas de la UE.

Si el apartado dos del citado plan es el que recoge las acciones “hacia prácticas pesqueras más sostenibles” (con los cierres para proteger fondos marinos o para evitar pescar ciertas especies accidentalmente), el tercero versa sobre el “garantizar una transición justa y equitativa para todos”.

Así, Bruselas explica primero que “conservar y proteger mejor las especies y hábitats marinos tiene claros beneficios para la sociedad y la economía y, en particular, para las comunidades pesqueras y costeras que dependen más directamente de unos ecosistemas marinos sanos para su subsistencia”. Sin embargo, inmediatamente después señala que “la eliminación gradual de la pesca de fondo en todas las MPA (...) tendrá repercusiones sociales y económicas”. Un impacto que, añaden, será “más significativos en las comunidades dependientes de la pesca”, como puede ser Galicia.

Tres arrastreros de Gran Sol amarrados esta semana en el puerto de Bouzas.

Tres arrastreros de Gran Sol amarrados esta semana en el puerto de Bouzas. / JOSÉ LORES

Las “repercusiones”, indica el Plan de Acción, “pueden ir desde pequeños cambios en las operaciones pesqueras que podrían absorberse fácilmente” hasta “cambios de mayor envergadura” que “requerirían mitigación para ajustarse a los cambios estructurales”. Para estos últimos, la Comisión recomienda a los Estados miembro “alentar y apoyar” para posibilitar “la transición prevista en este Plan de Acción y ayudarlas a reforzar su capacidad de recuperación, innovar y adaptarse”. “Esto incluye hacer un mejor uso del apoyo disponible en el marco de los instrumentos de financiación de la UE”, concreta.

A través de la aplicación de fondos, “esta transición podría tender puentes con otros sectores de la economía azul”, señala el borrador, que apunta que el sector puede dedicarse a otras cosas como la producción de algas, la acuicultura sostenible, el turismo marinero o incluso para recuperar y recoger la basura y las artes de pesca perdidas.

Acciones

Así, apela a los países a “adoptar medidas urgentes para fomentar la asignación de fondos suficientes” para “fomentar técnicas de pesca menos perjudiciales” que el arrastre.

Por su parte, la Comisión Europea facilitará el “acceso a las oportunidades de financiación”, para lo que celebrará previsiblemente este año una conferencia con los Estados miembro para explicarles cómo aplicarlo. Además, seguirá con su plan para “descarbonizar el sector pesquero” y propone “poner en marcha subvenciones” del Fondo europeo Marítimo, de Pesca y de Acuicultura (Fempa) “por valor de más de 7 millones de euros para apoyar proyectos que contribuyan al desarrollo de la próxima generación de competencias azules y ofrezcan oportunidades para carreras marítimas atractivas y sostenibles”.

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La filtración del borrador del Plan de Acción ha causado “preocupación” en la Alianza Europea de Pesca de Fondo (EBFA, en inglés). La organización, que preside el vigués Iván López, cree que la comunicación de la Comisión Europea “viene a ser otro clavo en el ataúd de la pesca de fondo en Europa” que se suma a las 87 vedas establecidas el pasado 9 de octubre, al efecto del Brexit o a la futura Ley de Restauración de la Naturaleza.

En una misiva enviada al comisario Virginijus Sinkevicius, en la que cita la noticia publicada ayer por FARO, la EBFA no critica la expansión de las áreas marinas protegidas, pero sí que se prohíba pescar en ellas, lo que consideran “desproporcionado, injustificado, sin base científica y contrario a los compromisos internacionales”.

De proceder con el texto, la EBFA avisa las pérdidas serán millonarias, toda vez que los buques de la UE desembarcaron 124.103 toneladas de pescado procedente de las áreas marinas protegidas (datos de la propia Comisión de 2019), por lo que prohibirlo solo en el 10% actual “puede causar un impacto económico global de alrededor de 870 millones de euros al año”, además de 8.700 familias afectadas.

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