Noruega y la UE se ven las caras para evitar una nueva crisis con el bacalao de Svalbard

Se citan para la cuarta ronda de negociación tras el recorte de cuota unilateral de Oslo | El país escandinavo viene de marcar un récord histórico en exportación de la especie

Un puesto con bacalao en el mercado de Pontevedra.

Un puesto con bacalao en el mercado de Pontevedra. / GUSTAVO SANTOS

Adrián Amoedo

Adrián Amoedo

El año pasado, Noruega disparó sus exportaciones de pescado. En concreto, un 25%, alcanzando los 151.400 millones de coronas noruegas, unos 14.170 millones de euros al cambio actual. Los datos, divulgados recientemente por el Consejo de Productos del Mar de Noruega (NSC, por sus siglas en inglés), dividen estas ventas al exterior por especies. Tras la hegemonía del salmón (representa el 70%), el segundo pescado en la lista es el bacalao. Solo de esta especie, el país realizó exportaciones por valor de 12.200 millones de coronas, 1.130 millones de euros. El crecimiento fue de un 25% más y no es de extrañar, puesto que Noruega, además del bacalao que captura en sus aguas, tiene la mitad del TAC establecido para el archipiélago de Svalbard, que asciende a 750.000 toneladas. Sin embargo, pese a estas grandes cifras, desde Oslo han vuelto a detraer cuota de forma unilateral a los barcos de la UE, que legítimamente dispone de solo el 2,8% del total. Cuatro grandes buques cuya base de operaciones está en Vigo participan en la pesquería y han visto como un año más Noruega les reduce el cupo al no reconoce un 0,8%, impidiendo con ello alcanzar un acuerdo formal con Bruselas. La semana que viene ambas partes se volverán a ver las caras por cuarta vez para intentar llegar a un acuerdo. De ello depende que no estalle una nueva crisis con el bacalao de Svalbard.

Tanto la parte comunitaria como la noruega negocian por dos frentes. Por un lado, por el pacto bilateral de pesca, que incluye la cuota que se puede capturar dentro de aguas del país escandinavo; por otro, por la situación de Svalbard. En el primer caso, existe un desacuerdo tras tres rondas de negociación infructuosas, mientras que para el segundo Oslo decidió limitar de forma unilateral la cuota de bacalao de los barcos de la UE, como ya hizo en 2021, año en el que se quedaron sin pescar un total de 5.143 toneladas, una cantidad jamás recuperada por el sector.

La situación del archipiélago es especial, toda vez que las islas del mar de Barents están bajo dominio de la Corona noruega desde que hace más de 100 años se firmó en París el Tratado de Svalbard, lo que le otorgó el poder para gestionarlas, pero que la obligaba a compartir la explotación de sus recursos entre los países firmantes.

La UE tuvo el pasado curso una cuota de 19.636 toneladas de bacalao en aguas de Svalbard, de las que España dispone de casi la mitad, un 49,3%. Mientras, solo Noruega, gracias al amplio cupo del que dispone, exportó 80.672 toneladas de la especie en formato congelado, récord histórico, con Portugal como principal cliente, aglutinando el 33% de las compras, según el NSC.

Completo

Ante la falta de acuerdo entre las partes un año más (el último pacto llegó tras una negociación que se extendió durante 16 meses), Bruselas estableció una cuota provisional. Como ya avanzó este medio, hasta el 31 de marzo la flota dispondrá del 25% del cupo, 3.900 toneladas, para que los barcos puedan trabajar en el primer trimestre. Sin embargo, tanto el sector como el Gobierno español y otros países europeos defienden que a partir del 1 de abril se establezca el cupo al completo que les corresponde de forma legal. Haya o no haya acuerdo la próxima semana. La pelota está ahora en el tejado de la Comisión Europea.

La flota, entre los que están los barcos de la asociación viguesa Agarba (dentro de la Cooperativa de Armadores de Vigo), reclaman poder pescar al completo las en torno a 15.700 toneladas a las que tienen derecho. De lo contrario, piden a la UE que les deje completar las capturas en aguas internacionales en el caso de que Noruega siga cerrándose en banda.

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