La feria Conxemar se vuelve cada año más internacional y, cómo no iba a ser menos, este 2022 también. Los 32 países que acudieron la pasada edición fueron superados de lleno por las cerca de 40 nacionalidades que ayer se presentaron en el Instituto Feiral de Vigo (Ifevi). Desde la gran participación ecuatoriana hasta la primera visita del Ministerio delle Agricole Alimentari e Forestali d’ Italia, las relaciones entre productores y clientes se desarrollaron en tantas lenguas como productos del mar acoge el gigantesco recinto olívico. En este lugar, que tras 23 temporadas se ha constituido como un espacio de referencia para el networking (red de contactos) del sector pesquero, son 16 los pabellones extranjeros. Y a la extensa variedad de estados presentes se han incorporado nuevas caras como pueden ser las de Gambia, Finlandia o República Checa.
Antonio Camposano, presidente ejecutivo de la Cámara Nacional de Acuacultura, explica a FARO que este año se cuadriplicó la presencia de Ecuador en la feria, contando con más de una docena de empresas en su pabellón colectivo, pero también con la Oficina Comercial de la República de Ecuador en España (Pro Ecuador) y Santa Priscila (el primer productor y exportador de camarón y tilapia del país, que vino con stand propio). En su totalidad, son casi 100 ecuatorianos y la superficie que ahora ocupan rebasa los 300 metros cuadrados.
“Si revisamos la exportación de langostino desde Ecuador hasta la Unión Europea, en lo que va de año hasta el mes de agosto se han exportado casi 294 millones de libras y de ellas 93 (31,6%) se han exportado a España. Si comparamos ese volumen con los datos recabados hasta agosto de 2021, hemos crecido un 20%”, comenta Camposano, destacando que las empresas ecuatorianas que visitan Conxemar representan el 90% de toda la exportación del langostino de Ecuador: “Hay una presencia mayoritaria no solo por presencia, sino por volumen de exportación. Es la presencia más grande que hemos tenido en nuestra historia en Conxemar”.
En Ecuador, que lleva más de medio siglo criando camarón en cautiverio, el primer mercado para comercializar esta clase de productos marisqueros fue Estados Unidos por cercanía geográfica pero a partir de los 90, gracias al tratamiento preferencial en materia arancelaria, el país comenzó a crear una estrecha relación con la UE, empezando con España. Luego Francia e Italia. Hoy en día Europa en algunos momentos del año representa su segundo mercado más importante después de China, que se posiciona como su principal destino.
A pocos metros del lugar donde se encontraba el presidente de la Cámara Nacional de Acuacultura se ubica estos días el pabellón levantado por el Ministerio delle Agricole Alimentari e Forestali d’ Italia. Eleonora Iacovoni, su directora general de Pesca Marítima y Acuicultura, cuenta a este periódico que es el primer año que participan y ya desean volver. “Ha sido una sorpresa muy positiva, una muy buena feria con muchos operadores del sector, y es por eso que el año que viene queremos participar con un stand más importante”, dice, indicando que España es la nación que importa más pescado desde Italia.
Entre charlas para mostrar su visión de la pesca sostenible hasta sesiones de showcooking (demostración culinaria) en las que cocinan productos y platos tradicionales, como el calamarata rossa con totani e calamari (ayer), la carbonara zafferano e tonno (hoy) o los gnocchetti alla crema di scampi (mañana), ponen en valor este evento, que es “el más importante del mundo” en este ámbito, y la localidad: “Vigo es una ciudad muy importante en el sector de la pesca desde siempre”.
Italia o Ecuador son dos de las variadas nacionalidades (unas 40) que entre ayer y mañana se encontrarán en el Ifevi: un espacio donde por supuesto España (y cómo no Galicia) además de otros estados como Portugal, Francia o Croacia –que esta edición celebra cinco años– comparten el mismo techo.
