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El IEO prueba redes experimentales que reducen las capturas no deseadas hasta un 70%

La sexta campaña Descarsel, liderada por el Oceanográfico de Vigo, probó sistemas que minimizan los descartes y realizó la primera exploración submarina de cigala

Pruebas con la red selectiva a bordo del buque oceanográfico "Miguel Oliver". IEO

La sexta campaña Descarsel, lidera por investigadores del Centro Oceanográfico de Vigo a bordo del Miguel Oliver, arribó este lunes a puerto tras probar con éxito redes experimentales y dispositivos que buscan reducir las capturas accidentales. Durante doce días, el equipo científico liderado por Julio Valeiras realizó análisis de selectividad pesquera y de supervivencia de especies descartadas, además de utilizar prototipos con salidas de escape para delfines y llevar a cabo el primer estudio exploratorio de cigalas en aguas gallegas mediante vídeos submarinos.

“Ha sido un esfuerzo científico y personal tanto de los expertos del IEO como de la tripulación para poder completar todos los objetivos y compatibilizar varios tipos de investigación. Son campañas muy experimentales con jornadas desde las 7 de la mañana a las 2 de la madrugada y en las que intentamos recoger el máximo de información”, resume Valeiras.

Primeras imágenes subrmarinas de cigalas en Galicia con un trineo fotogravimétrico. IEO

El proyecto Descarsel se lleva a cabo en el litoral gallego y cantábrico, donde se concentra la mayor parte de la flota de arrastre. Los trabajos de esta campaña se realizaron mayoritariamente en nuestra comunidad, aunque el Miguel Oliver también se desplazó hasta aguas asturianas para evitar los temporales.

“Es una iniciativa muy enfocada a mejorar la selectividad. Se trata de conseguir redes que reduzcan a lo mínimo posible las capturas accidentales y, al mismo tiempo, permitan la máxima ganancia para el pescador”, explica el jefe de campaña.

Para ello, los investigadores del IEO probaron diferentes tamaños y tipos de malla y su efectividad con distintas especies. En total, llegaron a medir 50.543 peces para calcular las características más adecuadas que permitan evitar la captura de especies sin cuota o que no son de interés.

Los científicos vigueses llevan varios años colaborando con la Cooperativa de Armadores de Vigo (ARVI) en el marco de este proyecto y las pruebas realizadas en barcos del Gran Sol este año arrojaron una reducción de especies no deseadas del 60-70%.

“En esta campaña hemos podido estudiar los copos y dispositivos de forma más controlada. Utilizamos cámaras submarinas para observar el comportamiento de la red y comprobar que las especies aprovechan las salidas de escape”, añade Valeiras.

El trineo fotogravimétrico utilizado en la campaña. IEO

De forma paralela a estos estudios, los investigadores del IEO llevaron a cabo la primera campaña exploratoria de cigala en aguas de Galicia (Unidad Funcional 25) utilizando un trineo fotogravimétrico para la realización de vídeos submarinos.

Esta metodología estandarizada por el Consejo Internacional para la Exploración del Mar (ICES) ya se ha utilizado en otras unidades funcionales para determinar la abundancia de los stocks de la especie, pero faltaban las de Galicia y el Cantábrico. De hecho, además de completar 24 estaciones en aguas de nuestra comunidad, también se llevaron a cabo otras dos en el litoral asturiano.

El vehículo submarino está dotado de diferentes sensores, además de 3 cámaras de vídeo que permiten a los investigadores observar las imágenes en tiempo real y grabar transectos de 10 minutos que cubren unos 200 metros. Y a partir del número de cigalas y de madrigueras pueden extrapolar la abundancia de la especie en una zona.

“Ha funcionado muy bien, pero necesitaremos repetir los estudios varios años para poder obtener resultados y llegar a conclusiones que ayuden a la evaluación del stock. En 2023 realizaremos una campaña específica para esto”, avanza Valeiras.

Red que permite la exclusión de delfines. IEO

Dispositivo con salidas de escape para delfines

Un total de 15 investigadores de los centros oceanográficos de Vigo, A Coruña y Cádiz participaron en la campaña, en la que también se puso a prueba el dispositivo electrónico iOBSERVER, desarrollado por un equipo del Instituto de Investigaciones Marinas-CSIC liderado por Luis Taboada y que utiliza técnicas de inteligencia artificial y aprendizaje automático.

“Se instala en la cinta por la que pasan todas las capturas y se va entrenando para identificar cada pez a partir de su forma e incluso su textura y color. Ya lo han probado en otras campañas y su eficacia es del 90%. Mide y calcula el peso de forma automática y, en un barco comercial, resulta muy interesante para que el armador pueda tomar la decisión de cambiarse de zona si llegan muchas especies no deseadas o sin cuota”, destaca Valeiras.

Otro de los experimentos realizados tiene como objetivo reducir la captura accidental de delfines mediante prototipos de exclusión en el arte de pesca, entre la manga y el copo. Y forma parte de los proyectos CetAMBICiony Mermacifra liderados por Graham Pierce (IIM-CSIC) y Camilo Saavedra (IEO).

“Las especies objetivo se encuentran una rejilla, pero siguen adelante impulsadas por la corriente, y las de mayor tamaño pueden liberarse a través de una abertura en la parte superior. Funciona bastante bien y la mayor parte del pescado pasa al copo”, detalla. Este tipo de redes ya son obligatorias en algunas pesquerías para evitar la captura de leones marinos, focas o tortugas y también podría funcionar con tiburones y rayas.

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