El cambio de divisas dilata la compra de la argentina Veraz por Nueva Pescanova

La apreciación del dólar, la política cambiaria en el país y la elevada inflación, que supera el 70%, claves para cerrar la operación | La financiación, de Rabobank a través de EE UU

Operario, en el interior de una de las instalaciones de procesado de Pesquera Veraz.

Operario, en el interior de una de las instalaciones de procesado de Pesquera Veraz. / GOB. CHUBUT

Lara Graña

Lara Graña

Argentina vive acostumbrada a unas tasas de inflación impensables, por ejemplo, en el mercado comunitario. Si el avance de doble dígito de los precios ha propiciado la mayor subida de tipos del Banco Central Europeo (BCE) de su historia, el 71% de incremento interanual del coste de la vida registrado en el país sudamericano a cierre de julio no permite comparación alguna. Es un mercado inflamable para el cierre de operaciones corporativas, por más que las negociaciones se realicen en dólares argentinos –o en dólares blue–, como está experimentando ahora Nueva Pescanova.

La multinacional que preside José María Benavent tiene cerrada la compra de Pesquera Veraz, como confirmaron a FARO fuentes conocedoras de las negociaciones, aunque todavía no han cristalizado formalmente. El motivo: los “valores cambiarios”. Si hace un año el dólar cotizaba a poco más de 98 pesos argentinos, la compra de un billete verde se ha incrementado ahora hasta los 140. Pero esto en el mercado oficial: el dólar blue –una divisa paralela, de muchísima circulación en Argentina– alcanzaba ayer los 270 pesos. “Es habitual que las empresas no quieran recibir el pago en el dólar oficial argentino, sino que pidan que se haga el cambio en base al dólar blue”, abundan fuentes del sector.

En cualquier caso, todas las fuentes consultadas inciden en que los nueve buques de Pesquera Veraz pasarán a integrarse dentro del perímetros de consolidación de Nueva Pescanova, que volverá a alcanzar así los 70 efectivos, y que las “tratativas” por las diferencias entorno a los valores de cambio no corren riesgo de abortar la operación. “Es evidente que, si cierras un precio en una divisa y ésta se mueve como se ha movido, pueden surgir problemas automáticamente”, complementan fuentes financieras.

Como avanzó FARO en primicia, la financiación la ha aportado una entidad internacional, Rabobank, y a través de la filial de la pesquera en Estados Unidos. Buena parte de la producción no ya de Pesquera Veraz, sino de Argenova –la actual subsidiaria en Argentina del grupo gallego– se destina al mercado norteamericano, con “muy buenas cifras” de aceptación. No ha trascendido el importe de la transacción, que no incluirá ni el astillero Contessi ni la conservera Marechiare, ambas del holding familiar que componen Grupo Veraz.

Esta será la primera gran operación de crecimiento inorgánico de la gallega en más de una década, antes, por tanto, de haber protagonizado –como Pescanova SA o vieja Pescanova– la mayor quiebra no inmobiliaria de la historia de España. En lo que respecta a la transformación, Pesquera Veraz tiene tres plantas (en Mar del Plata, Rawson y Puerto Deseado). Opera con cuatro buques congeladores, construidos en 1988 y 1989, y otros cinco fresqueros. Éstos últimos, a excepción del Virgen del Milagro (2010), con una edad media de tres décadas. Según los datos de su último Reporte de Sustentabilidad, la firma produce 32.000 toneladas de pescado y marisco, con una capacidad para procesar 17.000 toneladas en el mar (en sus buques) y 22.100 en tierra (en sus plantas). En total, Pesquera Veraz cuenta con 873 empleados repartidos por tres provincias argentinas.

Abanca (dueña del 97,76% del capital) ha asignado al banco de inversión Rothschild la tarea de fichar un aliado par Nueva Pescanova, pero de carácter financiero y que no pretenda entrar en la gestión diaria. Su intención pasa por rebajar ese nivel de exposición, sin perder la mayoría en el accionariado. Esto es, traspasar una parte de sus títulos en Pescanova hasta quedar por debajo del umbral del 50% más una acción.

Desde la quiebra de la vieja Pescanova, la compañía se quedó –por venta o proceso concursal– firmas como Pesca Chile, su participación en Austral Fisheries o Lafonia (Malvinas, Islas Sandwich y Georgias del Sur), así como Nova Austral, la acuícola Acuinova y Acuinova España, Katei Alimentación (de sushi), Pescanova Brasil, Belnova (Uruguay), Novahonduras, Hasenosa o Balnova (Ecuador).

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