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La flota gallega en Malvinas trabajará con las licencias para 25 años a partir de enero

La responsable de pesquerías, Andrea Clausen, dará a conocer la decisión en octubre: “La idea es proporcionar un entorno seguro” | Superadas las 82.000 toneladas de calamar

Barcos gallegos fondeados en Malvinas. | // CRAIG THAIN

Malvinas lleva años programando un cambio revolucionario en el sistema de licencias bajo el que operan los buques gallegos. El Gobierno del archipiélago impulsó una malvinización de las empresas mixtas formadas entre las armadoras gallegas y sus socios locales, por el que un cambio accionarial en favor de las segundas (detentarán al menos un 51%) se asegurarán una licencia para los próximos 25 años. Para la directora de Recursos Naturales malvina, Andrea Clausen, el objetivo de este proceso “es proporcionar un entorno seguro que permita las oportunidades de inversión” para ese período de años. En declaraciones a FARO, avanza que la resolución de este proceso se dará a conocer de forma oficial “sobre el 10 de octubre” y que las joint ventures podrán empezar a operar con la nueva licencia a partir del próximo 1 de enero.

Las islas situadas en el Atlántico sudoccidental y su entorno de aguas internacionales representan uno de los principales caladeros para la flota gallega fuera de la UE, como lo es el de Argentina o el de Namibia. Precisamente en este último también hubo un importante proceso de renovación de licencias por el que suspiraban las armadoras de la comunidad asentadas en el país. Muchas de las cuales también están en Malvinas.

En este caso, el Gobierno isleño apostó por una nueva ITQ (siglas en inglés para cuota transferible individual), denominada ITQB, cuya principal premisa radica en el cambio accionarial. “El proceso de solicitud ya se cerró y actualmente estoy revisando las solicitudes”, reconoce Clausen, que esta misma semana contaba con comunicar a las empresas si sus propuestas “cumplen los criterios de elegibilidad”.

Andrea Clausen, directora de Recursos Naturales de Malvinas. FIG

Tras ese breve proceso, las firmas deberán presentar el acuerdo final firmado entre los socios de las empresas mixtas. “Después de eso, tendré que publicar en nuestra Gaceta [similar al BOE español, pero que se publica de forma mensual en Malvinas] la intención de conceder la ITQB a cada empresa en cada pesquería según lo solicitado. Si no hay problemas, la ITQB se concederá a las empresas alrededor del 10 de octubre”, resume.

Otra parte importante del proceso tiene que ver con las inversiones. Los armadores llevan tiempo inmersos en la renovación de flota, como dan fe las construcciones del Falcon, Argos Cíes, Monteferro o Montelourido. El proceso se vio alterado con esta negociación de las nuevas licencias, pero su resolución abrirá la puerta a una nueva oleada de encargos. “La política subyacente de la ITQB es proporcionar un entorno seguro que permita las oportunidades de inversión durante los próximos 25 años, por lo que espero que se realicen estas inversiones”, concreta Andrea Clausen.

Capturas

La resolución del proceso por parte de Malvinas coincidirá con el final de la segunda campaña del año, que además apunta a récord absoluto de capturas. El ritmo de pesca de calamar Loligo deja ya una cifra que supera las 82.000 toneladas, por lo que se acerca a la marca máxima registrada el pasado año, con 95.626 toneladas.

Según los datos del Departamento de Pesquerías, la flota supera ya las capturas de los años precedentes salvo el de 2021. Los 16 buques, que estos días se encuentran faenando al este del archipiélago, culminarán la zafra actual a finales de septiembre.

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