Aunque la cuota es exigua para lo que respecta a aguas gallegas, el sector cerquero agradece cualquier apoyo sobre el que poder hacer más viable la actividad. De ahí que la noticia conocida ayer para la reapertura de la pesquería de anchoa sentase bien entre los armadores. La Secretaría General de Pesca, atendiendo a la reclamación de la flota, publicó en el Boletín Oficial del Estado (BOE) la resolución por la cual se establece la reapertura de la pesca conjunta de la anchoa de la zona IXa, es decir, de Fisterra hacia el sur, aunque solo para la modalidad del cerco que faena en el Cantábrico y Noroeste. En concreto, se establece una cuota de 66.204 kilos, fijando un límite por embarcación de 400 kilos. Con ello, el cerco intentará aprovechar la repentina irrupción de la especie en las Rías Baixas.

La pesquería de la anchoa se cerró, de forma precautoria, el pasado 1 de julio. El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación comunicó ayer la decisión de la reapertura, aunque el sector ya era conocedor desde antes al haber sido una petición expresa. “La incipiente aparición de anchoa en Galicia ha motivado por parte del sector la petición de la apertura de la pesquería conjunta para el cerco del Cantábrico y Noroeste”, reza la publicación del BOE.

Para ello, Pesca se ha apoyado tanto en el dictamen del Consejo Internacional para la Exploración del Mar (ICES) como en la propia Comisión Europea. En el primer caso, los científicos publicaron el pasado 17 de junio su dictamen sobre el estado de la población y su recomendación de capturas para el nuevo periodo, que en el caso de la especie se establece entre 1 de julio 2022 y el 30 de junio 2023.

Cerqueros amarrados en Vigo. Ricardo Grobas

Según la recomendación del ICES, adelantaba por este medio, el límite para la pesca de anchoa debería situarse entre las 14.083 toneladas para el componente oeste, es decir, desde Galicia hasta el cabo de San Vicente, en Portugal, y de 1.694 toneladas para el sur, abarcando todo el Golfo de Cádiz.

En lo que respecta a la postura de la Comisión Europea, todavía no ha hecho públicas sus recomendaciones de cuotas, cuya negociación final con los países tendrá lugar (como es habitual) en diciembre. Por ello, Bruselas ha dispuesto un TAC (total admisible de capturas) provisional para así asegurar el inicio de la nueva campaña de pesca a partir del 1 de julio. En concreto, propuso una modificación del Reglamento TAC y cuotas 2022 en la que se establece una cuota que, para el caso de España (afecta también a Portugal) es de 4.812 toneladas.

Sin embargo, esta pesquería tiene un amargo recuerdo para el sector cerquero, que habitualmente recuerda que se siente traicionado por las promesas incumplidas que alcanzó con los armadores el secretario general de Pesca hasta 2014, Carlos Domínguez. Con el reparto interno de la cuota, se dejó tan solo un 1,14% para los barcos gallegos, dejando el resto para los del Golfo de Cádiz, con la condición de una nueva negociación en caso de que, como lleva años sucediendo, la anchoa volviese a hacer acto de presencia con fuerza en Galicia. Por este motivo, es habitual que los armadores compren cuota (cesiones temporales) a compañeros de Cádiz que no las usan.

Por este motivo, y de acuerdo con estos repartos, la flota gallega dispondrá de solo 66.204 kilos, aunque la cifra es ya con la suma de la flexibilidad interanual de la campaña anterior, que asciende a 11.348 kilos, a los 54.856 kilos reales. Con el fin de evitar un agotamiento prematuro de la cantidad disponible, se ha establecido un tope de 400 kilos por buque y día para el uso de esta cuota conjunta para todo el cerco de Cantábrico y Noroeste.