Profand sigue apostando por el crecimiento en origen. Esta vez en Estados Unidos, uno de los mercados clave. Tras superar la barrera de los 800 millones de facturación del pasado año y tras el estreno reciente de su nueva factoría en Cambre (las antiguas instalaciones de la desaparecida Isidro 1952), la compañía que pilota Enrique García Chillón, que acaba de dar entrada a la familia March a su accionariado, ha decidido reforzar su filial Seafreeze con la compra de dos nuevos arrastreros fresqueros. Según pudo saber FARO, la compañía ha invertido 9 millones de dólares (8,83 millones de euros al cambio actual) entre la compra de los permisos, las propias embarcaciones y su puesta a punto. De esta forma, la multinacional –fruto inicial de la integración de Promar y Fandiño– busca consolidar su posición en el país norteamericano, donde también posee la firma comercializadora Stavis Seafoods.
Seafreeze forma parte de Profand desde 2019, cuando desembarcó en la empresa como parte de su estrategia de crecimiento. Desde entonces, opera en la pesquería de calamar y pota de la costa este de EE UU con dos buques, el Persistence y el Relentless, de 39 y 42 metros de eslora, respectivamente, y con una capacidad para congelar alrededor de 110 toneladas de cefalópodo al día. Ambos cuentan con más de 35 años de antigüedad.
Según adelantó el medio especializado Undercurrent News y pudo confirmar este periódico, Profand ha decidido aumentar su flota hasta las cuatro unidades. Para ello se hizo con dos arrastreros fresqueros. Por un lado, el Prevail, buque de 24 metros de eslora construido hace 32 años y que cuenta con 140 toneladas de arqueo bruto (GT); por otro, con el North Star, anteriormente llamado Ruth & Pat, de 31 metros de eslora, construido en 2004 y de 194 GT. Los barcos descargan sus capturas en Rhode Island, donde la filial tiene su sede.
Profand es uno de los ejemplos de la estrategia de crecimiento inorgánico que llevan años ejecutando las principales pesqueras viguesas, tendencia a la que recientemente se sumó Nueva Pescanova con el principio de acuerdo para la compra de la argentina Pesquera Veraz. Recientemente, con el anuncio de los resultados del pasado año, la empresa informaba que había “acelerado su inversión en la diversificación, tanto geográfica, como de especies y formatos de venta iniciada ya hace unos años”.
Esta forma de ganar más músculo industrial, extractivo y comercial (como en el caso de Stavis Seafoods) de la firma que dirige García Chillón se intensificó así en los últimos años con la compra de la griega Kefalonia Fisheries (referencia para Europa en dorada y lubina), la nueva factoría de Cambre y, sobre todo, la compra a Mercadona de la firma Caladero (Profand Zaragoza).
En el caso de Seafreeze, la inversión realizada por Profand fue de 57 millones de euros, de acuerdo a las cuentas de 2019. Según el mismo medio, la entrada en la firma se hizo a través de IMV Holdings y con la participación de un socio, Michael Tourkistas, fundador de East Coast Seafood Group. La firma había sido fundada en 1984 y en el momento de la compra se presentaba como el mayor proveedor de pescado congelado en la costa este de EE UU.
Gracias a este nuevo movimiento la compañía incrementa su capacidad para pescar calamar del que, aupándose todavía más como el mayor actor mundial de cefalópodos, con activos de pesca o de procesamiento en países como Argentina, Perú, Senegal, India y Marruecos. En el caso estadounidense, la firma recibió en 2020 el sello del Marine Stewardship Council (MSC) para sus pesquerías de pota (Illex illecebrosus) y calamar (Doryteuthis pealeii).
