Una llegada cada vez más habitual durante los meses de verano. A uno de los tiburones más característicos de las aguas gallegas -Prionace glauca- se les da en estas fechas por abandonar las aguas profundas y pasearse por las someras hasta alcanzar la orilla de las playas. Más conocido por quenlla o tintorera, los gallegos han acabado por acostumbrarse al avistamiento de estos ejemplares, pero no tanto los turistas, que cuando ven asomarse una aleta por la superficie, por muy pequeña que sea, como ocurre con estos tiburones, les aumenta la tensión.

Por esta razón la Coordinadora Europea de Mamíferos Marinos (CEMMA) se ha apresurado en las últimas horas a informar con detalle de los primeros avistamientos de tintoreras en playas gallegas. En concreto, la organización confirma varios avisos de ejemplares de unos 40 centímetros de longitud en arenales de Sanxenxo y Arteixo.

Y lo que es más importante, teniendo en cuenta el temor que siempre infunde la familia a la que pertenecen las quenllas. "Recordamos que son inofensivas", recalcan desde CEMMA, al tiempo que piden a los bañistas "dejarlas tranquilas".

El colectivo ofrece algunas pautas de actuación en caso de que alguien se las encuentre varadas. "Mejor devolverla al mar pero con cuidado, y ayudándonos por ejemplo de una toalla".